Picazo, (o debo decir Yelma – adalid en la red de la defensa de la titularidad pública de los caminos de la Veguilla- ) se manifestaba contra la posibilidad de que el Ayuntamiento en el que ella estaba de concejal en el Equipo de Gobierno, llegara a un acuerdo con el constructor Rafael Santamaría –sí, Rafael Santamaría, el de Reyal Urbis y las casas de Bono- por el que éste iba a pagar casi dos millones de euros por permitírsele cerrar la finca de la Veguilla y prohibir el paso por los 13 caminos públicos que la cruzan, impedir el disfrute del río Záncara a los vecinos, etc, etc. Santamaría, legítimo propietario de esta y otras fincas de la localidad, quería hacer en ella su ‘coto privado’.
Picazo, la luchadora, se manifestaba en contra y lo tenía muy claro hasta que – paradojas de la vida - el aparato del partido confió en ella para asumir la alcaldía. De la noche a la mañana lo negro se convirtió en blanco y, poco después, en diciembre de ese mismo año, en un Pleno en el que el PP abandonó sus asientos por el talante dictatorial de la alcaldesa, el Grupo Socialista (y no todo) aprobó este acuerdo de cesión por 30 años. Un acuerdo de dudosa legalidad por tratarse de caminos de titularidad pública, un acuerdo pendiente de ejecución desde el año 2008 y un acuerdo que ahora la señora Picazo usa para criticarme asegurando que he dejado perder dos millones de euros por haberlo dejado sin efecto en el pleno Ordinario. ¡Tócate la mandolina!
Pues bien, señorita Picazo, yo estoy donde estaba. ¿Dónde está usted? ¿En la pancarta, en el pleno o simplemente haciendo el trabajo sucio a José Luís Martínez Guijarro para ver si así le toca la pedrea en el sorteo de la ruina socialista?
Yo sigo defendiendo los intereses de mis vecinos. Usted no sé que intereses defiende ahora. Yo no he perdido dos millones de euros. Ese dinero no lo necesitaría el Ayuntamiento de Las Pedroñeras si usted hubiera gestionado con algo de cabeza y menos estómago.
Respecto al resto del artículo, supongo que su jefe le habrá aplaudido por dar una patada a María Dolores Cospedal en mi señor trasero. La encajaremos con resignación. No obstante aprovecho para recordarle que estamos donde estamos no por el pobre Tortosa, estamos donde estamos gracias a Zapatero, Bono, Barreda, Guijarro y usted. Esa es la cadena de la mentira, la demagogia, la ignorancia, el caciquismo y el despilfarro que nos han llevado a todos a las puertas de la ruina.
Usted puede seguir haciendo méritos para ver si se acuerdan de usted y la colocan. Yo, como buen vecino suyo que soy y con total lealtad, lo que le recomiendo es que se vaya inscribiendo en el Sepecam y empiece a tomarse en serio su formación académica y laboral, porque a lo mejor después del 20-N al PSOE no le queda ni una marquesina de autobús para cobijarla. Se lo digo, de verdad, con todo el cariño del mundo y como decía el otro, “sin acritud”.
José Manuel Tortosa
Alcalde de Las Pedroñeras