El director general de Agricultura del Gobierno regional, Tirso Yuste, ha subrayado que “el sector de frutos de cáscara es, en Castilla-La Mancha, un diamante en bruto con un gran presente y un futuro formidable, que compite en el mercado internacional con grandes potencias, como EEUU, gracias a figuras como las Organizaciones de Productores".
Yuste ha acudido recientemente en Motilla del Palancar (Cuenca) a la clausura de la Asamblea General de la Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Almendras de la Manchuela, compuesta por más de 1.000 agricultores e integrada, a su vez, en la Organización de Productores nacional CRISOLAR, que agrupa a más del 30 por ciento de la producción española.
Sobre este tipo de entidades, ha afirmado que "el asociacionismo y las figuras de las Organizaciones de Productores que, además de concentrar la oferta, implementen medidas para ahorrar costes, estudiar mercados o innovar, serán un pilar básico para garantizar unos precios acordes al valor de la producción".
Asimismo, ha hecho hincapié en que “Castilla-La Mancha debe creerse y enorgullecerse del potencial que tenemos en este sector, pues es palpable que nos estamos consolidando como segunda potencia nacional”.
Como muestra de ello, el director general de Agricultura ha recordado que en la región hay ya cerca de 70.000 hectáreas de almendros y con una clara tendencia alcista, al tiempo que ha señalado que “es de los pocos sectores que tiene ya vendida su producción antes de recolectarla, pues en los últimos años no ha existido enlace de campaña”.
De igual forma, Yuste ha indicado que los datos de mercado hacen prever un crecimiento de los rendimientos económicos por explotación muy considerable, por lo que ha animado a los agricultores a apostar por los frutos de cáscara, “mirando siempre al mercado, a la calidad y a la eficiencia productiva, pues de ellas depende la competitividad internacional”.
Una reforma de la PAC que fortalece al sector de frutos de cáscara
De cara al futuro, Tirso Yuste ha puesto en valor la negociación de la reforma de la Política Agraria Común (PAC) realizada por el Gobierno de Cospedal, junto con el Gobierno español, que ha permitido un pago acoplado a los frutos de cáscara que alcanzará más de 14 millones de euros, a los que hay que añadir la ayuda nacional, en la que el Ejecutivo de Castilla-La Mancha aportará fondos junto al Ministerio de Agricultura.
Todo ello, a su juicio, permite asegurar que "la PAC se ha adaptado especialmente al sector de frutos de cáscara gracias a las peticiones de Castilla-La Mancha, pues el comportamiento que tendrán el pago básico y la convergencia serán óptimos para este sector".