Así, la titular de Agricultura ha explicado que en ese texto inicial se preveía un fuerte incremento de las hectáreas con derecho a ayudas –que pasarían de 22 a 38 millones-, lo que habría supuesto que cada productor percibiera en torno a un 40% menos. Esta circunstancia, sumada a la ‘tarifa plana’ por hectárea y otros condicionantes, habrían provocado esa fuerte pérdida de las ayudas de en torno al 50% para cada agricultor y ganadero de la región.
La consejera ha destacado que la labor del Gobierno del Partido Popular y el apoyo de comunidades como Castilla-La Mancha ha permitido tanto asegurar un mismo nivel de ayudas como “que se atiendan prácticamente todas nuestras demandas”, evidenciando que “España tiene una voz fuerte y clara en Europa”.
Entre otros aspectos, además del presupuesto y el número de hectáreas con derecho ayudas, ha incidido en la importancia de introducir flexibilidad en la reforma para adaptarla a la realidad agronómica de los países mediterráneos; de evitar los criterios de convergencia interna que pretendía Bruselas que habrían supuesto “pérdidas para algunos sectores”; o de obtener fondos suficientes para atender a los ‘ganaderos sin tierra’.
Defensa de los intereses de Castilla-La Mancha
María Luisa Soriano ha afirmado que en términos generales el sector agrario de Castilla-La Mancha ha tenido una “respuesta positiva porque le hemos dado la vuelta al texto inicial”, y ha recordado que ahora queda la parte de negociación entre comunidades autónomas para definir tanto el presupuesto como otros criterios de aplicación de la PAC a nivel nacional.
En ese aspecto, y ante la reunión decisiva que tendrá lugar el 24 y 25 de julio para concretar esas cuestiones, la titular de Agricultura de la Junta ha afirmado que tiene “buenas expectativas” de cara a mantener para Castilla-La Mancha lo que se ha conseguido para España. Ha apuntado que los técnicos de la Consejería de Agricultura ya están trabajando para desglosar todos los aspectos de la reforma y tener muy claro “qué hay que defender ante el resto de comunidades autónomas”
Daños en el campo regional
Por otro lado, la consejera del Gobierno regional ha avanzado que los adversidades climatológicas han producido en lo que llevamos de año daños en diferentes grados en unas 60.200 hectáreas, la mayoría de cereales y viñedo, aunque hay otros cultivos afectados en menor medida, como algunos hortofrutícolas. Por último, Soriano ha indicado que las granizadas de mayo han sido las que más perjuicios han causado, seguidas por la fauna silvestre y las inundaciones. En todo caso, ha avanzado que se prevén buenas cosechas “porque está siendo uno de los mejores años agronómicos de los últimos tiempos”.