Los artículos retirados han sido en su mayoría material eléctrico, como portalámparas, mata mosquitos o guirnaldas luminosas, por riesgo de choque eléctrico, descargas y quemaduras; Disfraces infantiles, ante el riesgo de asfixia que presentaban por la presencia de cordones en el cuello; Juguetes, siendo éstos muñecas, monopatines, juegos de construcción y pistolas con proyectiles de ventosa, por riesgo de asfixia al poder desprenderse fácilmente elementos que pueden tragarse; Herramientas como una sierra circular, con peligro de producir cortes; Así como planchas, termos o cuchillas de afeitar entre otros.
La Red de Alerta es un sistema basado en el intercambio rápido de información entre las administraciones encargadas del control de mercado, sobre un producto que pueda suponer un riesgo para los consumidores.
Este sistema se apoya en el Real Decreto 1801/2003, sobre seguridad general de los productos, y el objetivo principal es garantizar que los productos puestos en el mercado sean seguros. También establece qué medidas se pueden adoptar frente a productos que presenten riesgo.
El producto inseguro se incluye en una Red de Alerta, si se comercializa en más de un país o comunidad autónoma, o si el riesgo detectado es algo nuevo o de interés para otras comunidades. Los productos introducidos en la Red de Alerta nacional más habituales suelen ser juguetes, lámparas, productos eléctricos o artículos infantiles.
En determinadas fechas como pueden ser el verano, Halloween, Navidad o carnaval se incorporan a la Red de Alerta productos que aparecen en el mercado, como es el caso de bañadores, flotadores, disfraces y juguetes, motivo por el que se intensifica la búsqueda de ese tipo de producto.