A las diez en punto de este viernes la imagen de “San Roque” salía desde la iglesia de San Felipe Neri, para desfilar por el Casco Antiguo en el día grande del venerable.
Al son de los acordes del himno nacional interpretados por la banda de música de Cuenca, dirigida por J. Carlos Aguilar, iniciaba el ascenso hacia la Catedral de la capital conquense la imagen de San Roque, obra del escultor Bieto Masip, encargándose de la policromía de la misma Tomás Solera Amor, caballero de la Milagrosa, para constituir la procesión, que guiaba la cruz procesional, seguida del estandarte de la hermandad.
Iniciando el cortejo procesional por la calle Alfonso VIII, hasta la Plaza Mayor de Pio XII, girando por delante de la Catedral Basílica, para regresar por las mismas calles al punto de partida; presidian la procesión los hermanos mayores del año en curso: Ángeles Carrasco Bodoque, José Miguel Carretero Escribano, y Alberto Fernández Fuentes, acompañados por el presidente de la Asociación de vecinos del Casco Antiguo, Antonio Moreno, recayendo la presidencia civil en el Ilmo. Sr. Juan Ávila, alcalde de Cuenca, asistiendo también representantes de la Corporación Municipal.
Impresionante y muy emotivo ha resultado la escena de ver pasar a la imagen del “Santo”, por los Arcos del Ayuntamiento, a los compas de la marcha procesional “Nuestro Padre Jesús” del compositor Emilio Cebrián, definiendo los buenos portes de los banceros, que desplegaron un baile suave a la imagen, resultando muy bonita la entrada a la Plaza Mayor.
A lo largo del recorrido procesional, la imagen del protector contra la peste y toda clase de epidemias ha sido seguida y cortejada por un numeroso grupo de hermanos y devotos, que no ha dejado de exclamar vivas al “Santo”, natural de Montpellier”.
Seguidamente a la procesión, se ha celebrado una Solemne Función Religiosa, en honor al titular, celebrada por el consiliario de la cofradía, Manuel Martínez, a la terminación se ha procedido al reparto de la caridad por los hermanos mayores.
Un año más, y ya van “508 agostos”, la ciudad de Cuenca, vuelve a gradecer al Santo, su mediación ante la peste que azotó la ciudad en el siglo XVI. Guardando y conservando activa una de las tradiciones con mayor raigambre de las que se celebran en la capital. “El voto a San Roque”.