Ineptitud, falsedad, contradicción, imprevisión, descaro, soberbia, chulería, irresponsabilidad… Con todo eso se adornan las declaraciones del Consejero Marín cuando insiste en arremeter una vez más con la educación en el medio rural.
No caben medias tintas, o se ha planificado esta sangría o se improvisa, sí o no. Y a la vista de los acontecimientos no sabemos qué es peor.
Si se improvisa, es insoportable la falta de tacto para tomar medidas que causan daño y se ceban con las escuelas rurales y sus maestros, a veces parece que con saña. Si no se improvisa y todo está pensado de antemano, causa estupor imaginar siquiera que se pueda estar jugando con la inquietud de la comunidad educativa con tanta perversidad.
Ya quedan lejanos los días en que se estudiaba cerrar escuelas rurales con 10, 15 o 20 alumnos; finalmente se decidió que con 10 (excepto Albalate); han corrido ríos de tinta amarga y lágrimas por los afectados mientras los que tenían 11 (salvo algunos, como Vadillos) respiraban con un alivio aplazado… esta vez no. Mientras tanto, se planifica el transporte de los niños-sin escuela con los pies, o con la cuenta corriente, se emprende una agresiva campaña en la que, modo mitin, se informa a los directores, ya saben, la culpa; se suprimen las becas de comedor escolar y el programa de gratuidad, se suprime ”el papeleo” de la función docente y se toman nuevas medidas que echan al profesorado de sus centros, donde tanta falta hacen y, como si tuvieran que aplacar una sed insaciable de desmantelamiento, ahora ya no se conforman con 11, ahora son 12 los niños necesarios para tener escuela abierta. Ya no serán 60 las unitarias desaparecidas, ahora serán 72 y justo la mitad en Cuenca.
Aún no han terminado de presentar sus quejas los maestros desplazados y vuelve a cundir el pánico porque con esta nueva ratio aún serán más los que sobren y, según les dicen en el Servicio de Personal, no cabrán en la provincia, tendrán que irse a otras…. ¿hasta cuándo Sr. Marín?, ¿en qué momento descansaremos?
Una cosa sí está clara, no podemos fiarnos de la palabra de esta Administración ni del Consejero Marín porque se desdice sin rubor constantemente. Anuncia en público algunas cuestiones que después desmienten los funcionarios con las instrucciones en la mano, de tal manera que nos confunden y nos obligan a desconfiar de todo y de todos.
Y mientras tanto, ¿quién vela en esta provincia por los intereses de nuestra escuela?, ¿por qué no están los señores Prieto, Carrascosa y Pardo batiéndose el cobre por las unitarias de Cuenca? ¿qué hacen enredados en un demagógico “y tú más”, con mentiras y más mentiras sobre unitarias que se cerraron antes en vez de tratar de impedir que se cierren ahora?
Deben ustedes saber que el grave retroceso que se está produciendo en nuestra provincia será responsabilidad suya, porque ustedes, que sí conocen las debilidades de Cuenca, deben transmitir las necesidades para que lleguen los recursos, y no a la inversa. Los ciudadanos no vamos a olvidar que ustedes nos han abandonado. Les vamos a recordar en cada ocasión su falta de responsabilidad y su falta de apoyo y su falta de sensibilidad para defender los intereses de los conquenses que para eso les votaron. Desde el Observatorio de la escuela rural lo recordaremos cada día.
Lo malo es que la reversibilidad es muy lenta.
Observatorio de la Escuela Rural de Castilla-La Mancha