Según Martínez Guijarro, el objetivo de este programa “es allegar recursos y actividad económica para crear más empleos de los que generaría directamente el cementerio nuclear”.
“No queremos que la supuesta creación de puestos de trabajo sea la excusa para ubicar en Cuenca esa instalación y estamos dispuestos a hacer un esfuerzo especial en la comarca para apoyar a empresas de otro tipo que puedan instalarse”, ha dicho.
El vicepresidente ha señalado que el desarrollo de Castilla-La Mancha “no puede pasar por el incremento de las instalaciones nucleares, más bien hay que hacer apuestas por otro tipo de energías”. En este punto, se ha referido al cierre de la planta de Elcogas en Puertollano.
Martínez Guijarro ha insistido en que el Gobierno de García-Page va a apostar por el mantenimiento de Elcogas, teniendo en cuenta que las competencias en planificación energética corresponden al Gobierno de España. No obstante, ha querido dejar claro que la actitud del Ejecutivo Autonómico ante este posible cierre “no va a ser pasiva porque es una instalación clave, no sólo para Ciudad Real, sino para toda la región”.
Considera Martínez Guijarro que el Gobierno de España “va a tener dificultades para explicar cómo pretende cerrar una planta que es pionera en la investigación sobre nuevas fórmulas de producción energética cuando en toda Europa se está apostando por esto, salvo que sea una decisión meramente política”.
Por último, ha insistido en que otro elemento clave para el desarrollo de Castilla-La Mancha es el agua y ha añadido que el Gobierno regional va a defender la postura que tomó en su día el Ministerio de Medio Ambiente a través de la Confederación Hidrográfica del Tajo, y que consiste en que ya se había establecido el límite de los trasvases en 400Hm3. Sin embargo, ha cuestionado que ahora el Ministerio pretenda “desdecirse” y se haya aprobado un trasvase cuando en la cabecera del Tajo no hay esa cantidad de agua.
El vicepresidente ha concluido que no se trata sólo de fijar la línea para que los trasvases sean considerados o no legales, sino de que Castilla-La Mancha pueda disponer del agua que necesita para su desarrollo económico y para que el Tajo “sea un río”, pues considera que “ahora mismo casi hay que hacer un acto de fe para creer que lo que pasa por el lecho sea agua”.
Por último, ha insistido en que Castilla-La Mancha “no va a negar nunca el agua para abastecimiento humano, pero otros territorios tienen que entender que no pueden basar su desarrollo en un recurso que está a cientos de kilómetros, que es escaso y que también es necesario en ese otro lugar”.
Martínez Guijarro ha hecho estas declaraciones en Cuenca, donde ha mantenido una reunión de trabajo con el delegado de la Junta de esta provincia, Ángel Tomás Godoy; y los directores provinciales de las diferentes Consejerías