Discrepa, en cambio, con la vía que se ha abierto hacia la equiparación del e-cigarrillo con el tabaco. Según explica Pedro Cátedra, presidente de la Asociación y director General de Puff Cigarette Iberia, “dado que algunos de los e-cig llevan nicotina y sólo se comercializan para mayores de edad, estamos de acuerdo en que no deben utilizarse en colegios u hospitales. Pero discrepamos abiertamente con que las nuevas medidas regulatorias que se vayan adoptando tiendan únicamente a un prohibicionismo total e injustificado”.
En este sentido, ANEV insta a que se dé una mayor transparencia informativa entorno al e-cigarrillo, un producto alejado de la definición de medicamento y declarado de consumo por el Parlamento Europeo el pasado mes de octubre, que ha demostrado un gran éxito a la hora de ayudar a los fumadores a abandonar su tabaquismo.
Además de haber estudios1 que demuestran su eficacia en este ámbito, está probado que los e-cigarrillos que cumplen con los estándares europeos de calidad no llevan incluidas sustancias cancerígenas por lo que son infinitamente menos perniciosos para la salud que el consumo de tabaco y la alternativa perfecta para los fumadores que quieran disminuir su consumo de tabaco o dejarlo definitivamente.
“El e-cigarrillo es un producto orientado a ya fumadores y, sin género de dudas, es sustancialmente menos nocivo que el tabaco ya que, para empezar, no incluye ninguna de sus 30 sustancias cancerígenas. En países como Italia, donde se vapea desde hace más de 10 años, no ha aparecido ni un solo caso de cáncer asociado al acto de vapear” explica Cátedra.
Regulación obligatoria de los estándares de calidad
Tras detectar que cerca del 50% de los líquidos disponibles en España para vapear carecen de todo tipo de control sanitario, muy especialmente aquellos que proceden
del mercado asiático y de los países del Este, la Asociación pide a las administraciones públicas que den un paso más y abran una vía a la regulación de la calidad y procedencia de los productos que utilizan ya más de 200.000 vapeadores en España.
ANEV aboga por la utilización de cigarrillos electrónicos cuya fabricación cumpla con la estricta normativa europea y pide a las administraciones públicas españolas que trabajen en una legislación del sector del cigarrillo electrónico que se articule en dos frentes especialmente críticos:
- Salud pública: es necesario establecer un marco legal orientado al exhaustivo control de la calidad, diferenciación y procedencia de los líquidos que se utilizan para vapear.
- Especialización: es importante crear un marco regulatorio que exija que la comercialización de los productos para vapear se realice en lugares especializados y por profesionales formados y capacitados para hacerlo.
Como incide Cátedra, “es crucial que busquemos un marco de colaboración y trasparencia que permita establecer una legislación apropiada para una fabricación de los e-cig que cumpla con los máximos estándares de calidad y que esos estándares sean de cumplimiento absolutamente obligatorio para todas las marcas que comercialicen cigarrillos electrónicos”. Del mismo modo, el presidente de la Asociación se muestra totalmente disponible y abierto a participar en cualquier debate público que pueda abrirse al respecto en nuestro país.