La Unión Provincial de Comisiones Obreras de Cuenca ha querido exponer sus preocupaciones sobre la situación de las personas con discapacidad en este 3 de diciembre, Día internacional de las Personas con Discapacidad, y en un marco de continuidad y agravamiento de la crisis económica que cada vez tiene peores consecuencias en la situación del empleo y en las políticas sociales.
A pesar de no existir cifras oficiales actualizadas de las tasas de actividad y paro de las personas con discapacidad, desde CCOO son conscientes que el intenso crecimiento del desempleo afectará de manera muy especial a este colectivo y más aún a las mujeres con discapacidad, invirtiéndose el lento proceso de integración laboral que se había producido en los últimos años.
El aumento del paro y la precariedad laboral de las personas con discapacidad requieren nuevas y más amplias medidas de fomento del empleo, cuyo mejor y más eficaz diseño y desarrollo está vinculado a su inclusión en las negociaciones colectivas de los sindicatos con los respectivos gobiernos. “La mejor garantía para las personas con discapacidad es el seguimiento y control que por parte de las organizaciones sociales podemos hacer y lograr”, señaló el portavoz de Políticas Sociales de CCOO-Cuenca, Julián Cardo.
Para CCOO los recortes y la reducción de prestación de políticas y servicios públicos sociales que se están sucediendo o se pueden seguir dando van a frenar o pueden paralizar los programas de accesibilidad que estaban permitiendo paulatinamente la normalización de las condiciones de vida y trabajo de las personas con discapacidad.
Desde CCOO también hicieron referencia al frenazo que se está produciendo en la gestión de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y de Atención a las personas en situación de dependencia y las carencias en su adecuada aplicación, y que afectan a también a las personas con discapacidad y a sus familias en la provincia de Cuenca.
Y por último señalaron desde CCOO-Cuenca que los impagos o el retraso dilatado de los mismos a entidades que realizan servicios o tienen centros para personas con discapacidad con conciertos o subvenciones se van a ver muy afectados y con ello se producirá, en el mejor de los casos, el deterioro de la calidad de la atención, y en otros la inevitable desaparición del servicio.