La Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía ha publicado un libro sobre la historia del Archivo Histórico de Cuenca, que ha sido castillo, Inquisición, cuartel y cárcel, obra de su actual directora, la conquense Almudena Serrano.
La publicación, que recoge información desde el siglo X hasta el siglo XXI, lleva por título “Archivo Histórico de Cuenca. Mil años de Historia: castillo, Inquisición, cuartel y cárcel”.
El libro se ha publicado con motivo de los 75 años de la creación del Archivo Histórico de Cuenca, que desde hace veintisiete año dirige Serrano y que, según ha precisado a EFE, es un inmueble que cuenta con miles y miles de documentos en más de 60.000 cajas que pueden conformar alrededor de 7 kilómetros de estanterías.
Almudena Serrano es licenciada en Historia Medieval por la Universidad Complutense de Madrid y autora de otros dos libros, como el catálogo documental de la colección Olivares, y numerosos artículos publicadas en revistas y colaboraciones en obras colectivas.
En su nuevo libro recorre los primeros datos sobre el castillo en Cuenca, su derrocamiento y el posterior establecimiento del Tribunal de la Inquisición.
En este sentido, la obra propone un capítulo concreto en el que se ofrecen datos acerca de los menoscabos que se derivaban de la ubicación del Tribunal en aquel espacio que ocupó el Castillo de Cuenca.
Se detalla la información referente a las propuestas de construir un nuevo edificio en la ciudad, más cercano y saludable para todos, inquisidores y presos, precisa la autora, quien detalla que no pudo ejecutarse por la carestía del proyecto y la “menguadísima economía”.
Edificio ocupado por la Inquisición
Serrano recuerda además que el edificio fue ocupado por la Inquisición hasta la llegada de las tropas francesas a Cuenca, que se instalaron en él, con el inicio de la Guerra de la Independencia.
Como consecuencia de aquellos años bélicos, prosigue, llegaron los destrozos inherentes al conflicto, como el hecho de que una parte del edificio fue volada por los franceses al abandonar la ciudad.
Siglos después, el edificio fue sacado a subasta varias veces, pero, finalmente, el Ayuntamiento de la ciudad lo cedió como cárcel y correccional del Partido judicial de Cuenca.
Serrano ha precisado que el libro dedica una parte importante además a mostrar cómo se gestó la creación de los Archivos Históricos Provinciales en España y cómo el Archivo de la Delegación de Hacienda fue determinante en la documentación que hoy se conserva en el Archivo Histórico.
También recoge el proceso de recogida de la documentación de las instituciones eclesiásticas, tras las desamortizaciones del siglo XIX, fondos documentales que hoy se encuentran custodiados en el Archivo Histórico de Cuenca y Archivo Histórico Nacional.
Asimismo, aporta información muy precisa sobre los lugares que ocupó la Delegación de Hacienda y su Archivo, su personal, los contratiempos que hubo que abordar y su ubicación definitiva, tras varios traslados.
El capítulo final está dedicado a la creación del Archivo Histórico Provincial el 18 de diciembre de 1948, justo 24 años antes de la supresión de la prisión de Cuenca, donde aquél acabaría, una vez rehabilitado el edificio e inaugurado, el 6 de mayo de 1991.