Las competiciones de salvamento, en su modalidad de piscina, constan de un total de seis pruebas de carácter individual y otras cinco ejecutadas por equipos, en las que los participantes, socorristas, materializan diferentes situaciones en referencia a las habilidades propias de un socorrista en el ejercicio de un rescate: paso de obstáculos, arrastre de víctimas, utilización de material de salvamento y nado en apnea. Todo ello, hace que la Federación de Salvamento y Socorrismo de Castilla-La Mancha, no sólo sea un referente ineludible en el ámbito nacional del salvamento y socorrismo competitivo, sino también que lidere la formación de socorristas de calidad y prestigio en Castilla-La Mancha.
En el acto de presentación del campeonato, que se realizará el jueves 8 de febrero en el Salón de Plenos de la Excma. Diputación, se entregarán también los títulos de socorrista a los 14 alumnos que han superado la formación del curso realizado en Cuenca durante el pasado mes de noviembre.
Con cerca del millar de socorristas formados en la provincia de Cuenca desde la activación en 2005 de la Delegación provincial, gracias a la colaboración de la Excma. Diputación y la colaboración de los Ayuntamientos donde se desarrolla, la formación de socorristas de la Federación de Salvamento y Socorrismo de Castilla-La Mancha tiene como objetivo garantizar la seguridad y la prevención de accidentes durante el uso y disfrute del medio acuático, contribuyendo al incremento de la seguridad en las instalaciones y espacios acuáticos al aumentar el número de personas capacitadas para desarrollar con eficacia las medidas de prevención adecuadas y de afrontar, en caso necesario, las situaciones de urgencia o emergencia que puedan presentarse durante el uso y disfrute del medio acuático, tanto en actividades deportivo-recreativas como de cualquier otro tipo, todo ello con la suficiente garantía de seguridad para las personas socorridas y los propios proveedores de la asistencia
Con el desarrollo de estas formaciones se pretende también facilitar una configuración curricular complementaria que favorezca la práctica deportiva y la creación de alternativas de futuro a los jóvenes deportistas que, por otra parte, contribuyan al arraigo en sus entornos de procedencia del sector poblacional al que va dirigida la formación.