El pasado 26 de noviembre se produjo en el término municipal de Carboneras de Guadazaón un vertido de purines que provocó el encharcamiento de la parcela donde se arrojaron y su rebose, llegando los purines a una zona calificada como de paso de agua, tal y como se puede ver en un video grabado por la asociación Pueblos Vivos Cuenca.
Este vertido de purines llegó a corrientes y superficies de agua, lo cual incumple la ordenanza municipal reguladora de vertido de residuos de origen animal y ganadero aprobada por el Ayuntamiento de Carboneras de Guadazaón en 2018. La normativa también exige que la dispersión se haga por medios que impidan el encharcamiento, que se distribuya de forma homogénea y a una distancia respecto a carreteras y vías férreas que tampoco se ha cumplido. Además, el vertido se hizo en domingo, día en que la ordenanza prohíbe la dispersión de purines.
La organización Ecologistas en Acción de la Manchuela, Cuenca y Albacete corrobora que no se trata de un hecho aislado y ha notificado esta situación al Ayuntamiento aportando evidencias gráficas donde se observa dicho incumplimiento.
Alta concentración porcina
El municipio conquense de Carboneras de Guadazaón cuenta con 794 habitantes y 19.475 cabezas de cerdo según los datos proporcionados por el INE, lo que implica 25 cerdos por habitante. El alto censo porcino implica una gran producción de excrementos por parte de las macrogranjas de la localidad, alrededor de 40.850 toneladas de purines, que son vertidos en los cultivos del término municipal. Esto ha supuesto un impacto en la calidad de las masas subterráneas de agua, ante lo cual el Ayuntamiento tomó dos medidas: aprobar una ordenanza de aplicación de purines en 2018 y emplear un nuevo abastecimiento de agua potable por contaminación del anterior por nitratos. El anterior punto de suministro ya se tuvo que abandonar por contaminación en el 2015, volvió a reabrirse mediante mezcla con agua de otro pozo pero al seguir subiendo los niveles de nitratos tuvo que desecharse definitivamente en 2018.
También han aumentado las quejas por parte de vecinos y vecinas, tanto por las molestias de olores que se producen en el momento de dispersión de los purines como por la proliferación de moscas e insectos.
Agua con alto nivel de nitratos
Según los datos de las últimas analíticas recogidos por el SINAC, organismo del Ministerio de Sanidad, correspondientes al 21 de julio de 2022, el nivel de nitratos del agua de consumo es de 43 mg/l, muy cercano al límite establecido por la UE y la OMS de 50 mg/l, a partir del cual ya no se considera agua potable.
Además del agua del grifo, el agua de varias fuentes también presenta niveles preocupantes de nitratos, según las últimas mediciones efectuadas por la asociación Pueblos Vivos Cuenca dentro de la Red Ciudadana de Medición de Nitratos con un medidor digital homologado: Fuente de Villar de Cañas 62 mg/l, Fuente del Villar 37 mg/l, Fuente de la Malena 40 mg/l, Fuente de la Aguanfría 45 mg/l o Fuente de la plaza 27 mg/l. Las mediciones efectuadas anteriormente muestran cifras similares.
Teniendo en cuenta que los límites para considerar una zona como vulnerable a nitratos son de 37,5 mg/l para aguas subterráneas, según el Real Decreto 47/2022, estaríamos hablando de una zona vulnerable a nitratos en la práctica, pero al no haber sido declarada como tal por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no se está aplicando ninguna de las medidas correctoras.
Normativa de vertidos laxa en Castilla-La Mancha
Desde Pueblos Vivos Cuenca señalan la responsabilidad de la Consejería de Desarrollo Sostenible de este tipo de sucesos al haber derogado en 2012 una Orden de 2003 que prohibía expresamente prácticas como el encharcamiento en la aplicación de purines y la prohibición de hacerlo en pendientes, en caso de lluvias entre otros. Esta derogación se justificó en la “necesidad de crear riqueza en la región” y en que la normativa restaba “competitividad” al porcino en la Comunidad. De hecho, la derogación viola el principio de no regresión en legislación ambiental y antepone los criterios económicos a los de la salud y bienestar de las personas y de los ecosistemas.
Apuntan desde Pueblos Vivos Cuenca que “la rebaja normativa ha llevado a una situación de descontrol completo en los vertidos de purines y a una contaminación de los acuíferos, como demuestra el caso de Carboneras de Guadazaón”.
Añaden desde el colectivo que “es urgente una actualización de las zonas vulnerables a nitratos, incluyendo términos municipales como el de Carboneras de Guadazaón, con el fin de limitar el exceso de fertilización orgánica e inorgánica que actualmente se produce”. En este sentido, instan al Ayuntamiento a que lo solicite a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.