Las Asociaciones de resineros de las provincias de Cuenca y Guadalajara han alzado su voz para denunciar la discriminación que está sufriendo el sector resinero en la región de Castilla-La Mancha en relación al plan de ayuda para paliar los efectos de la sequía elaborado por la Junta de Comunidades.
A diferencia de otros sectores primarios, como la agricultura, ganadería, leñosos (olivar) y apicultura, que han recibido apoyo económico directo debido a los estragos de la sequía en 2023, el sector resinero ha sido excluido de estas ayudas. Este desamparo se produce a pesar de que la sequía ha provocado una drástica disminución de la producción de resina en un 45% en comparación con el año anterior.
Adicionalmente, los resineros se han visto afectados por una caída en el precio de la resina en 0,40 € (cuarenta céntimos) por kilogramo en comparación con la campaña de 2022. Esta combinación de menor producción y precios más bajos pone en riesgo la subsistencia económica de los resineros de Castilla-La Mancha.
Las asociaciones advierten que, de persistir estas condiciones, la supervivencia misma del sector resinero se encuentra amenazada a corto plazo. Exigen un precio justo y estable para su producto y solicitan ayudas similares a las que reciben otras actividades del sector primario por parte de las administraciones públicas.
A pesar de múltiples reuniones y solicitudes de ayuda directa a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, hasta la fecha no han recibido respuesta alguna. Ante esta situación, las asociaciones denuncian la discriminación hacia una actividad esencial del sector primario que promueve la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra el cambio climático y la contención de la despoblación, aspectos que deberían ser prioritarios en la política de la región.