La Guardia Civil ha detenido en Toledo a seis personas, dando por desarticulado un grupo especializado en vuelcos. Se les imputan los delitos de detención ilegal, organización criminal, robo con violencia, lesiones, tráfico de drogas, falsificación de documento público, tenencia ilícita de armas y hurto de uso de vehículo a motor.
La investigación de la operación Jacol comenzó con la denuncia de dos mujeres que fueron bloqueadas por un vehículo del que se apearon varias personas disfrazadas de policía. Las denunciantes fueron subidas a un furgón maniatadas, donde fueron brutalmente golpeadas. Las lesiones producidas hicieron que necesitasen asistencia médica.
Los agentes hallaron un dispositivo GPS en una primera inspección del vehículo utilizado por las víctimas.
Tras el cotejo de diversas bases de datos policiales se logra dar con uno de los autores, sobre el que además pesaba una orden de detención europea en vigor.
En la primera fase de la operación, la Guardia Civil detiene a un hombre en Carranque (Toledo), y halla en su domicilio casi cuatro kilos de cocaína, una plantación indoor con 1.200 plantas, cinco dispositivos GPS idénticos al que las denunciantes tenían instalado en su vehículo y hachís. Un día después, otras dos personas fueron detenidas en Ocaña (Toledo).
En una segunda fase, los investigadores logran identificar a los tres miembros restantes y detenerle -dos en Toledo capital y un último en Camarenilla (Toledo)-. En uno de los registros en Serranillos del Valle (Madrid) -donde residía uno de los detenidos- la Guardia Civil ha hallado dos revólveres y 1.700 euros en metálico.
La operación ha sido llevada a cabo por el Equipo Territorial de Policía Judicial de Villacañas con la colaboración del Equipo ROCA de la Compañía de Ocaña, el GIAT del Subsector de Tráfico en Toledo, y Policías Locales de Batres y de Serranillos del Valle.