Fumar es una actividad que se ha llevado a cabo alrededor del mundo durante años, pero, como la mayoría de las cosas, ha ido evolucionando con el paso del tiempo, teniendo en esto mucho que ver el papel para liar que se ha utilizado y sus curiosidades al respecto.
Desde cigarrillos liados en papel con tinta hasta los actuales papeles finos y cortados en porciones individuales para liar el tabaco de manera más fácil, la historia del tabaco ha dado mucho material.
Sin embargo, pocos conocen ciertas curiosidades sobre el papel de liar que pueden sorprender y hacer ver la historia con nuevos ojos, llegando a apreciar el producto que tienen entre manos.
Tipo de papel para liar
La historia del papel de liar data de muchos siglos atrás y comenzó siendo fabricado de un gramaje mucho más fino que el papel de imprenta, aunque mucho más alto que en la actualidad, lo que dificultaba un poco el proceso de formar los cigarrillos.
No obstante, antes del siglo XVIII, cuando se inicia la fabricación de forma organizada, las personas liaban sus tabacos con el uso de papel periódico, con tinta incluida. Igualmente, en zonas de América se utilizaban las hojas del tabaco como papel de liar, lo cual no era muy práctico.
En la actualidad, el gramaje del papel de liar es bastante bajo entre 10 gr/m2 y 25 gr/m2, mejorando la capacidad de liar el cigarrillo sin problemas. Además, se pueden elegir abiertamente los productos smoking que se deseen comprar, revisando diferentes opciones.
Lo más notorio es que se venden libritos con las hojas organizadas y bien cuidados, ideales para que se puedan liar los cigarrillos de manera individual de una forma muy cómoda. Asimismo, los materiales de fabricación son en su mayoría vegetales y naturales, para reducir los problemas causados.
Un punto que se debe revisar es el tamaño de la hoja y el gramaje de la misma, para que se pueda obtener siempre el producto deseado en presentaciones de hasta 49 hojas en cada uno de los libritos.
Producción del papel de liar
En un principio, el papel de liar se producía a mano, utilizando los mismos materiales que en el caso del papel convencional, entre los que figuraban la fibra y celulosa que se obtienen de plantas como cáñamo y arroz, al igual que de distintos tipos de ropas o telas.
Esto no presentaba problemas en aquellos tiempos, pero con la evolución del papel se fueron cambiando los materiales y la manera de producción, siendo ahora fabricados con máquinas especializadas y con materiales como el lino, arroz, cáñamo, yute y esparto.
Cabe señalar que existen papeles de liar que resultan de una mezcla de algunos de los materiales anteriores, según el tipo del que se trate.
Cortado y listo para utilizar
Conseguir en el mercado papel para liar listo para utilizar es una ventaja que se consiguió en el siglo XX y fue ideado por un monje español. Antes de esto, el papel se producía en un tamaño establecido y cada usuario debía cortar lo que necesitaba en cada ocasión, haciendo el proceso bastante complejo.
A pesar de ello, con la idea de venderlo cortado y listo, el auge del cigarrillo a nivel mundial dio un salto representativo, llegando a suponer un beneficio especial en España, puesto que fue el país pionero de la fabricación de este formato de papel.
Se cree que la producción comenzó en Cataluña y Valencia, llegando a ser ciudades referentes para este material. Con el paso del tiempo, España comenzó a enviar papel de liar a América, con el fin de ampliar su mercado y potenciarlo notablemente.
El papel de liar es uno de los productos más comprados por fumadores a nivel mundial. Ciertamente, con la fabricación de cigarrillos listos para fumar se podría creer que ha bajado la demanda, pero muchos fumadores prefieren hacer su propio tabaco y disfrutarlo cuando lo deseen.