Señor alcalde de Cuenca, Darío: No gaste el dinero de los conquenses (de sus impuestos, recuerde: ¡No es magia!) en interés de su partido. No debe hacerlo.
Sé que todavía hay quien, con estudios en estrategia electoral (supongo), cree que es posible influir favorablemente sobre los electores mediante la proliferación de anuncios del inicio de obras o la inauguración de otras, aun cuando estas fueran ordinarias o difícilmente justificable su retraso o estuvieran realmente inconclusas.
Sé que todavía hay quien sigue creyéndonos ajenos al engaño. Pero lo de menos es si está o no en lo cierto, porque usted, señor alcalde, representa a esta ciudad, a todos y cada uno de sus ciudadanos, y, por eso, en este periodo preelectoral debe gestionarla aún si cabe con más cuidado y con especial independencia de lo que usted o su partido crean que son intereses electorales propios o de otros.
Ha tenido cuatro años para ejecutar su programa, aquel que resultó ser el más votado en 2019, aquel que, a la vista de lo ejecutado, guardó en un cajón porque «el programa es solo para las elecciones», como dijo en alguna ocasión. ¡Qué barbaridad!
Ya ha acabado también el período del que usted dispuso para buscar y alcanzar nuevos consensos ciudadanos que le hubieran legitimado para llevar a cabo acciones de su gobierno entonces no previstas, también las obras que ahora anuncia. Y sabe usted perfectamente, señor alcalde, cuándo y en qué alcanzó dicho consenso con los ciudadanos y cuándo y en qué no lo tiene. También sabe perfectamente por qué en este último caso no debe pretender someter los intereses futuros de la ciudad sin atreverse a parar, evaluar, reconocer y construir con aquellos a los que verdaderamente representa, todos los ciudadanos, que en eso consiste exactamente trabajar para el interés general. Porque ¿cómo podemos aspirar a representar a nuestros ciudadanos si no es sometiéndonos a su aprobación previa? ¿Cómo es posible representarlos en acciones para las que no nos eligieron o para las que no contamos con su consenso? ¿Cómo es posible que usted piense siquiera en hipotecar al próximo gobierno que los conquenses decidan que debe sucederle?
Debe ser consciente de que la posibilidad de alternancia política es la base de nuestro régimen democrático y de que, ahora, su obligación primera es aceptar esa posibilidad y respetar, no manipular, el juicio responsable de los votantes.
Tanto usted como los ciudadanos sabemos que es su obligación y la de su equipo de gobierno trabajar en este período preelectoral para que el funcionamiento de la ciudad continúe. Trabajar, por ejemplo, en la renovación de la señalización vial, aunque algún día debiéramos conseguir que el Ayuntamiento de Cuenca tenga la capacidad de programarla cuando desaparece y no única y curiosamente en vísperas electorales.
Es su obligación, al contrario, dejar de maquinar en lo que no es ordinario por mucho que usted o su partido necesiten justificar sus acciones pretéritas. Seguir ¡a toda máquina! es atentar contra el interés general, es atender el interés de su partido aun sabiendo que es o puede ser contrario a aquel.
¿Cómo, si no es maquinar, puede entenderse el hecho de denominar «provisional y sostenible» a un aparcamiento en superficie en los terrenos de ADIF, con el único objetivo de intentar buscar resquicios legales para poder actuar, e incluso intentarlo a pesar de que las denuncias ciudadanas de ilegalidad tumbaron su pretendido convenio urbanístico a tres (Ayuntamiento, Diputación y ADIF) para hacer las obras?
¿Cómo, si no es maquinar, puede entenderse el hecho de que estén evitando la publicación administrativa e información pública del expediente de redacción del proyecto de mejora de accesibilidad al casco antiguo y de la ejecución de las obras, decretando estas de urgencia y delegándolas en una empresa pública para tratar de evitar el lógico y necesario procedimiento administrativo?
¿Cómo, si no es maquinar, puede entenderse que las decrete de urgencia cuando siendo usted protagonista, como titular de urbanismo, el tema que hoy presenta de urgencia ya era candente a su llegada en 2011?
La vida es hermosa porque es oportunidad plena. Aunque sea ya al final de su mandato, tiene de nuevo la oportunidad de hacer lo correcto. Recuerde, aun solo por un instante, su primer discurso como alcalde y sea valiente: crea en la capacidad de los ciudadanos para elegir y déjeles que decidan.
Esta es la razón que me mueve: construir la posibilidad de un gobierno no con la gente (que ya sería muchísimo), sino de la gente; un gobierno donde el alcalde no es el protagonista sino el primer servidor de sus vecinos.
Dámaso Matarranz López
Candidato a la Alcaldía de Cuenca por la coalición electoral +CUENCA Ahora