A punto de cumplirse un año desde que escalara el conflicto entre Rusia y Ucrania, Cruz Roja sigue atendiendo a la población afectada en todo el mundo, ya que la situación humanitaria en Ucrania continúa deteriorándose drástica y rápidamente cada día, y no se vislumbra el final de las hostilidades a corto plazo. Los graves enfrentamientos continúan y siguen provocando víctimas civiles, destrucción de infraestructuras civiles y públicas y continuos desplazamientos de población.
El peligro del conflicto bélico, la dureza del invierno y la crisis económica nos recuerdan que las necesidades humanitarias provocadas son cada vez mayores. Los 12 meses de conflicto han dejado 17,6 millones de personas que necesitarán ayuda humanitaria en 2023 en Ucrania. Millones de ucranianos han soportado 12 meses de intensas hostilidades y los habitantes de las regiones de Luhanska y Donetska llevan ya casi nueve años de conflicto sin acceso adecuado a alimentos, agua, atención sanitaria y mental, educación, protección y otros servicios esenciales.
Todas estas circunstancias, dan lugar a una situación humanitaria de extrema gravedad, en la que más de 1’2 millones de hogares han sido dañados o destruidos; se calcula que 14’5 millones de personas han necesitado ayuda sanitaria humanitaria durante este periodo, y unos 16 millones de personas necesitaron asistencia en agua, saneamiento e higiene. Una de cada 10 escuelas ha sido dañada, o destruida, y las temperaturas en invierno (que oscilan entre los 0 y los -25 grados) son una gran preocupación actual.
Más del 90% de las personas refugiadas que han salido de Ucrania son mujeres, niños, niñas, personas mayores, personas con discapacidad y otros colectivos vulnerables, y se estima que hay más de 7 millones de desplazados internos, y 8 millones de personas refugiadas en países europeos.
Hasta España han llegado miles de personas, de las cuales, 125.023 han sido atendidas por Cruz Roja, un 64% de ellas, mujeres. En total, son 46 los proyectos que forman la cartera de actividad que Cruz Roja Española ofrece de ayuda tanto a nivel nacional, como internacional.
En nuestra provincia, a fecha de hoy, del total de 505 personas ucranianas que han solicitado protección temporal, 431 (69% mujeres) han sido atendidas por la Organización Humanitaria. De ellas, cerca de un centenar han sido derivadas al recurso de emergencia de primera acogida –habilitado el pasado mes de marzo en la ciudad para dar alojamiento y mantención a quien llegaba sin recursos ni red de apoyo –, una quincena reside en los recursos de acogida e inmigración en Cuenca tras ser trasladadas desde otras provincias y el resto (320 personas) han recibido ayudas puntuales en alimentación, ropa, aprendizaje de español u otra serie de recursos.
Cruz Roja es una de las entidades gestoras del sistema de acogida a personas solicitantes de Protección Internacional coordinado por el Ministerio de Inclusión, sistema que se encarga de dar la acogida en nuestro país a las personas que han huido del conflicto en Ucrania; su trabajo cubre las necesidades básicas de la población, el bienestar emocional, la asistencia jurídica, el refuerzo de competencias y habilidades para la autonomía personal, la adaptación de la mejora de la empleabilidad y el acceso a un puesto de trabajo, la creación de redes con la sociedad de acogida y el éxito escolar.
En estos momentos se encuentran en recursos de acogida 9.200 personas ucranianas, mientras que más de 2.600 están en la fase de preparación para la autonomía.
Por otro lado, Cruz Roja forma parte de la Comisión Regional de Respuesta Integral para la Emergencia en Ucrania creada por el Gobierno de Castilla-La Mancha con el objetivo de coordinar toda la ayuda necesaria y reorganizar los recursos y personas refugiadas que llegan y que se gestiona a través de Comités Provinciales de Coordinación contando con la colaboración del Ministerio, los ayuntamientos, la Diputación Provincial de Cuenca y diferentes entidades.
La ayuda de Cruz Roja en España
Al igual que Cruz Roja Española envía ayuda a los países afectados por la crisis, en el país se sigue atendiendo a las personas desplazadas procedentes de Ucrania (125.023) gracias a las 9.426 personas voluntarias formadas y preparadas específicamente para atender este tipo de situaciones, que han proporcionado su ayuda desde que escalara el conflicto con tareas que van desde la orientación, la enseñanza del idioma, la traducción, la ayuda directa… hasta su inserción social y laboral. Esto ha conseguido, precisamente que cerca de 7.500 personas hayan conseguido mejorar su empleabilidad, como uno de los grandes hitos en su atención, 3.091 han recibido apoyo psicosocial, y 22.371 han podido contar con Cruz Roja para los desplazamientos hacia sus lugares de acogida.
Una movilización que en Cuenca se supuesto la implicación de más de 60 personas voluntarias que gracias a su apoyo en labores de traducción, acompañamiento, gestiones administrativas o el aprendizaje de español, han hecho posible que 15 personas mejoren su empleabilidad, 30 hayan recibido apoyo psicosocial y 9 hayan encontrado un empleo.
En el marco del sistema de acogida e integración de la Secretaría de Estado de Migraciones, Cruz Roja ha acogido en recursos de alojamiento a 48.389 personas, y han sido más de 88.987 las que han sido atendidas socialmente y hasta 7.072 las que han recibido ayudas económicas en efectivo para cubrir sus necesidades más urgentes y básicas.
Del mismo modo, gracias a Cruz Roja Juventud, más de 10.350 niños y niñas han podido compartir espacio con otros menores afectados por el conflicto en actividades de ocio que les evade temporalmente de las circunstancias que le rodean, y les sirve como alivio emocional.
En febrero de 2022, Cruz Roja desplegó dispositivos de atención en Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Madrid en primera instancia, que más tarde se irían ampliando casi a la totalidad de provincias. Se desplegaron dispositivos especiales de acogida en los aeropuertos de Barajas (Madrid), El Prat (Barcelona) y Tenerife Sur (Islas Canarias), y en las estaciones de tren de Sants, Figueres y Girona (Cataluña), Atocha y Chamartín (Madrid), Montijo (Extremadura) y Castellón, Valencia y Alicante (Comunidad Valenciana) para la primera asistencia a las personas refugiadas, traslado a otras ubicaciones, o acogida en recursos de Cruz Roja. En la primera acogida y asistencia a las personas que llegaban de las zonas afectadas, se prestó especial atención a las atenciones de primeros auxilios, alojamiento temporal, entrega de alimentos, agua, artículos de primera necesidad, asistencia sanitaria urgente, apoyo psicosocial, así como tarjetas SIM de teléfono para que las personas puedan mantener el contacto con sus familiares. Del mismo modo, y de manera paralela, Cruz Roja activó sus sistemas de detección de situaciones de trata.
Ayuda desde España en el plano internacional
En Ucrania y en el resto de Europa, la Cruz Roja está apoyando a las personas afectadas por el conflicto desde el primer momento, incrementando sus actividades tanto en número como en diversidad de respuestas.
Más de 11,79 millones de personas han recibido asistencia de la Cruz Roja Ucraniana a través de la distribución de ayuda humanitaria, incluyendo alimentos, agua, ropa, mantas, tiendas de campaña, artículos de higiene y otros bienes de primera necesidad. Desde España, Cruz Roja envió en los primeros meses desde los distintos almacenes de su red territorial 5.183 kits de cocina que se repartieron entre la población afectada, 9.900 mantas, 13.500 esterillas, 16.000 toldos plásticos, 2.500 kits de sueño (cama, almohada y manta), 10.000 paquetes de comida familiar y 6.000 kits de higiene (incluye 2.000 para bebés). De manera paralela, Cruz Roja envió 18 vehículos de logística, atención sociosanitaria, rescate y telecomunicaciones a las sociedades nacionales de la Cruz Roja en Ucrania, Hungría y Polonia, y se contribuyó a la compra de 111 generadores eléctricos distribuidos para la llegada del invierno en las regiones de Kiev, Lviv y Luhansk, que permiten que 4.450 personas puedan tener puntos de calefacción temporales, así como 23 centros de salud y centros sociales, y algunos servicios de emergencia de Luhansk.
Además, desde España un total de 36 personas han sido desplegadas como personal de apoyo en tareas como la gestión del voluntariado, la logística, las distribuciones, el agua y saneamiento, el albergue, la salud, la protección de género e inclusión, o la ayuda de coordinación y medios de vida, sin olvidar el soporte remoto para la gestión de la información con el desarrollo e implantación de un software de gestión de voluntariado ajeno a Cruz Roja para poder coordinar toda la ayuda que ofrece la población a las diferentes Sociedades Nacionales.
En Ucrania, Cruz Roja Española desplegó en los meses de julio y agosto, una especialista en el país para realizar un estudio de necesidades de medios de vida para desplazados internos y familias de acogida; con ello, se ha apoyado al departamento a diseñar una estrategia a medio y largo plazo para la recuperación, y en el primer semestre de 2023 comenzarán acciones piloto en varias localidades del país.
En Polonia, a finales de 2022 se inició una intervención para mejorar la empleabilidad y el acceso al mercado laboral local de las personas que han huido del conflicto.
En colaboración con la Cruz Roja Danesa, Cruz Roja Española apoya la respuesta a las personas afectadas por el conflicto, con distribuciones de artículos básicos de primera necesidad, información en protección y atención psicosocial, teniendo como centro la ciudad de Chernivtsi; allí se han atendido a 7.900 personas con paquetes de comida, se ha dado cobijo a 300 personas, se han entregado 1.900 kits de higiene y se ha dado apoyo psicosocial a 1.070 personas.
En Hungría, en coordinación con la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, se desplegaron unidades móviles de salud para apoyar la asistencia sanitaria (con puntos de alerta y primeros auxilios, provisión de equipamiento clínico e insumos y personal sanitario), pero también para formar a personal de la Cruz Roja Húngara, promover la higiene entre la población refugiada, crear espacios amigables para menores, intervenir en el plano psicosocial con personas en estaciones de tren y albergues, o elaborar carteles y guías para la identificación y prevención de la trata de personas, entre otras actividades.
Doce meses de conflicto
La devastación de los últimos 12 meses ha afectado todos los aspectos de la vida de millones de personas. Muchos no pueden regresar a sus hogares y los que aún se encuentran en el país enfrentan condiciones terribles con acceso limitado a agua, calefacción, atención médica y otros servicios esenciales. Las caídas de temperatura están agravando sus desafíos diarios. La Cruz Roja de Ucrania y sus socios están al lado de las comunidades, brindando ayuda crucial, desde servicios de búsqueda y rescate y atención médica hasta alojamiento y apoyo en efectivo.
A medida que esta extenuante escalada del conflicto entra en su segundo año, el impacto en la salud mental de las personas afectadas dentro y fuera de Ucrania es cada vez mayor. La red de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) en Europa está ejecutando su mayor respuesta de salud mental en la historia, mientras millones de personas luchan para hacer frente a la angustia y el estrés de esta crisis.
La respuesta a esta emergencia ha sido global: con más de 50 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja trabajando rápidamente para apoyar a las personas afectadas por el conflicto en Ucrania. Millones de personas seguirán necesitando asistencia, incluido alojamiento, dinero en efectivo, atención médica y apoyo para establecerse en la vida en un nuevo país o dentro de Ucrania. La red de la IFRC seguirá dando apoyo, gracias también a los donantes, que han permitido llegar a millones de personas con ayuda vital en Ucrania y en todo el continente, pero esta es una crisis a largo plazo con necesidades crecientes y cambiantes, por lo que se sigue necesitando apoyo continuo para sostener y expandir la respuesta internacional de Cruz Roja.
Ha habido docenas de ataques contra instalaciones de salud, trabajadores humanitarios y civiles desde febrero de 2022. Estos ataques van en contra del derecho internacional humanitario y, trágicamente, continúan, poniendo en grave peligro a los trabajadores humanitarios y sanitarios. Son un recordatorio brutal de los riesgos que el voluntariado toma todos los días para servir a las comunidades, y desde Cruz Roja se condenan estos ataques continuos en los términos más enérgicos.