El nacimiento del río Cuervo, en la Serranía de Cuenca, se ha congelado parcialmente por primera vez este año y ha vuelto a dejar una estampa invernal de carámbanos y nieve en el entorno, que se mantiene en otros parajes próximos al municipio conquense de Masegosa.
Las cascadas heladas se han formado tras varias semanas con temperaturas nocturnas bajo cero (este domingo de -5), que han congelado también íntegramente toda la pasarela de acceso al monumento, que complica llegar al entorno.
La nieve caída en los últimos días, el hielo y el agua con fuerza de este manantial travertínico configuran una bella estampa, que sigue acaparando visitantes.
Este paraje fue declarado Monumento Natural en 1999 y está ubicado muy cerca de Vega del Codorno, en la Serranía de Cuenca.
Las bajas temperaturas también han dejado carámbanos en zonas de umbría próximas a las carreteras, en pedanías como Valdecabras o localidades como Beteta.
Además, el embalse de La Toba, con gran cantidad de agua tras las precipitaciones de este otoño, también está parcialmente congelado.
Aunque la nieve no ha caído con tanta intensidad de momento este año, los mantos blancos se mantienen en zonas como el monumento natural Muela Pinilla y del Puntal, en Masegosa.