Manolo y Mónica Plaza han finalizado la etapa de hoy, séptima del Dakar en la que han trabajado para el equipo y han realizado un primer test sobre el terreno al coche. Los conquenses se han reenganchado en un momento crítico para los de Sodicars, dado que el camión de asistencia tenía hoy un problema en la caja de cambios y los Plaza han estado pendientes de los vehículos de Sodicars que se encuentran en competición.
“Estamos deseando que llegue mañana para apretar todo lo posible”, asegura Mónica. Padre e hija se reenganchaban hoy al Dakar tras días de incertidumbre por los problemas mecánicos del coche y un día de parón para revisarlo a fondo.
El equipo conquense Nebrija-Sodicars afrontaba la etapa hoy con visión de equipo, realizando el recorrido junto a los argentinos Ramón Nunez y Mauro Estéban. “Hemos hecho la etapa juntos y les hemos ayudado cuando han tenido una incidencia. Han sido ocho horas de trayecto pero ha merecido la pena. El espíritu del Dakar también es el de estar cuando se necesita, todos nos apoyamos en lo posible”, explican.
Para nosotros, mañana será el verdadero test. Conduciremos dando el máximo”, explica Manolo. El objetivo de los Plaza ahora es sacarle el mayor rendimiento al coche en las próximas etapas. “Volvemos con toda la fuerza y las ganas del mundo, sabiendo que el Dakar no perdona y que cada día es un reto y una aventura. Estamos deseando enfrentarnos a ellos”, afirman.
La etapa maratón de hoy, en la que no corrieron motos ni quads por las condiciones meteorológicas, se ha desarrollado entre Riyahd y Al Duwadimi con 639 km.