El Ayuntamiento de Cuenca ha reabierto buena parte de los accesos a los ríos en la ciudad, tras normalizarse los caudales, toda vez que la presa de La Toba, en la Serranía conquense, ha concluido el desembalse extraordinario por coronación.
Así lo ha explicado el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, tras la reunión de coordinación que han mantenido esta mañana con el jefe del parque de bomberos de Cuenca.
Así, han acordado abrir todos los accesos al río Júcar a su paso por la capital, que ha llegado a rozar un caudal de 300 metros cúbicos por segundo esta semana, pero que ya se ha normalizado a unos 68 metros cúbicos por segundo, según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ).
Esta semana tuvo que acotarse la zona del Recreo Peral y el recinto ferial, en la confluencia con el río Moscas por las inundaciones.
En este sentido, el regidor ha señalado que la única zona que se mantiene acordonada es la pasarela de madera en la desembocadura del Huécar al Recreo Peral por unos desprendimientos y para llevar a cabo tareas de saneamiento.
Con todo, el regidor ha pedido "precaución", sobre todo a los curiosos que se acercan a la ribera a realizar fotografías de las imágenes "tan magníficas" que presenta el río.
Este jueves, en la presa de La Toba, en Uña, concluía el desembalse extraordinario por coronación tras superar su capacidad y estar desbordado durante varios días.
Según la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el agua embalsada se ha reducido hasta los 8 hectómetros cúbicos este jueves y la presa, pese a adquirir un color amarronado esta semana, ha recibido a algunos piragüistas, que han surcado las aguas de este embalse conquense.
Si (
No(
