La realidad es que es una de las provincias más despobladas de España y así se considera oficialmente. No obstante, nuestras administraciones se basan en la unidad provincial para identificar las zonas despobladas y esto enmascara el problema de muchas provincias y algunas de sus comarcas. En la mayoría de las del interior existe alguna zona en las que se puede hablar de desierto demográfico.
La provincia de Cuenca está en su mayor parte integrada en la Serranía Celtibérica y comparte con las áreas limítrofes de aquella una densidad media interprovincial que no supera los 7h/Km2. Con sus 107.034 habitantes, su índice poblacional provincial es de 7,83 h/Km2. Técnicamente, en términos europeos, se considera un Área Muy Escasamente Poblada al estar por debajo de los 8h/Km2. Limita en frontera y circunstancias con Guadalajara, Teruel y el noreste valenciano.
En España únicamente las provincias de Soria, Teruel y Cuenca han sido consideradas oficialmente como despobladas y es indudable que lo están. Lo son de forma oficial porque su densidad de población está por debajo de 12,5 h/Km², límite establecido en la Unión Europea para unidades NUT3, en España las provincias. Esto ha permitido que estas tres provincias hayan comenzado a recibir ayudas y ventajas específicas destinadas a zonas escasamente pobladas. Nos alegramos enormemente de que, por fin, se haya empezado a considerar la despoblación como un elemento de desequilibrio territorial y que Soria, Teruel y Cuenca puedan recibir esas compensaciones, aunque sean mucho menores de lo que serían si se considerase un ámbito territorial distinto al provincial.
Sin embargo, zonas limítrofes de otras provincias, pueblos situados a escasos kilómetros, quedan fuera de esa compensación por baja población. Desde la Serranía Celtibérica, la interregión más despoblada de Europa, pedimos que no sea la provincia la unidad utilizada para realizar análisis demográficos, sino que se haga a nivel municipal y sea por agrupación de municipios la forma de determinar las áreas muy escasamente pobladas susceptibles de recibir las compensaciones existentes. Es la única forma de que todos los pueblos españoles afectados, incluidos los de Soria, Teruel y Cuenca, jueguen en la misma liga y tengan las mismas oportunidades.