El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha proclamado este lunes que “nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están ya entre las más modernas y avanzadas del mundo en cuanto a equipos humanos profesionales y medios tecnológicos, y ahora nuestro propósito es que estén también en la vanguardia de la sostenibilidad”.
Grande-Marlaska ha presentado en Cuenca la futura comisaría de Policía Nacional de esa localidad, cuyas obras de construcción han comenzado este lunes. Con una inversión prevista de 6,7 millones de euros, el plazo de entrega del nuevo edificio está previsto para dentro de doce meses.
En su visita a la parcela que albergará a la futura comisaría, el ministro ha estado acompañado por el delegado de Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca; el alcalde de Cuenca, Darío Francisco Dolz; el vicepresidente primero de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, José Luis Martínez; el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo; y la presidenta de la Sociedad de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios y de la Seguridad del Estado (SIEPSE, responsable de la ejecución del proyecto), Mercedes Gallizo.
Grande-Marlaska ha explicado que “el Ministerio del Interior asume sin complejos la responsabilidad de liderar en su ámbito de actuación los cambios transcendentales que demanda una sociedad moderna como la española, para la que la sostenibilidad no es ya una opción, sino un compromiso ineludible”. Por esa razón, ha añadido, “ahora nuestro compromiso es llevar la iniciativa y abanderar el camino de la sostenibilidad”.
El proyecto de construcción la nueva comisaría de Policía Nacional de Cuenca, que rehabilita dos edificios ya existentes para reconvertirlos en una única infraestructura energéticamente eficiente y resiliente, ha obtenido la calificación ‘Verde 4 hojas’ de la institución Green Building Council España (GBCe), que certifica que es un diseño sostenible desde los puntos de vista económico, social y medioambiental.
PROYECTO COMPLEJO
La construcción de una nueva Comisaría de la Policía Nacional en Cuenca es una de las actuaciones incluidas en el Plan de Infraestructuras de Seguridad el Estado, aprobado por el Consejo de Ministros el 18 de enero de 2019 y dotado con un presupuesto global de 600 millones de euros.
La elaboración del proyecto ha sido compleja porque parte de dos edificios existentes pero cuya edificación quedó paralizada en 2010. Situados en dos parcelas adyacentes urbanas de Cuenca, ha sido necesario acometer una previa intervención para retirar materiales de construcción nocivos que estaban permitidos en su momento.
El proyecto elaborado por SIEPSE unifica esos dos inmuebles en un único edificio de consumo de energía casi nulo (EECN). Destaca en el proyecto el ahorro de energía que se conseguirá gracias al aprovechamiento de la iluminación natural y la instalación de luminarias led con sensores de ocupación que permitirán optimizar el consumo, así como el uso de fuentes de energía renovables óptimas en el emplazamiento, como la solar, la fotovoltaica y la aerotermia.
Además, el futuro edificio contará con sistemas para la reducción del consumo de agua, una adecuada protección y acondicionamiento acústico, y los materiales de construcción se elegirán en función de su huella de carbono y sus posibilidades de reciclaje y reutilización con criterios de economía circular.
El edificio de la futura Comisaría de Policía Nacional de Cuenca constará de dos volúmenes casi idénticos de tres alturas. La zona de atención al público estará ubicada en la planta baja para facilitar el acceso de los ciudadanos y contará con salas de espera y despachos. Las plantas superiores están destinadas a las distintas brigadas operativas y grupos de trabajo policial, y dispondrán de despachos y salas de formación.
En el sótano quedará instalada el área de detención, vestuarios, gimnasio y otras dependencias de uso general, así como el aparcamiento, que podrá albergar furgones, coches y motos y estará dotado de zonas de carga para automóviles eléctricos e híbridos.