La compañía madrileña Señora rojo compuesta por Laura Rubio Galletero, dramaturga, y Pablo Huetos, actor y productor realizan la representación de la obra “El síndrome de Otelo”, dentro de la programación del Festival de Otoño de Cuenca. Los creadores la definen como un “taller escénico de cultivación sobre lo que propone Shakespeare que al tiempo se establece como una pauta psicológica. La característica principal son los celos enfermizos y la posesión” A partir de lo que se conoce del siglo XVII se crea una historia en representación de una persona celosa, posesiva y controladora.
“La excusa de Otelo es para que veamos que actitudes llevamos arrastrando desde hace cientos de años, actitudes a las que hay que poner remedio” - explica Huetos. Laura Galletero resume la razón por la que han decidido traer al Festival de Otoño una obra como esta: “El fin principal es traducir a palabras presentes y ayudar a comprender como era la sociedad siglos atrás. Además, la perspectiva feminista va siempre conmigo, entonces no puedo despojarlo de cualquier representación que realicemos. Las relaciones machistas existen, la violencia hacia las mujeres se vive de forma diaria y queremos darle esa voz adaptada a 2022.”
En los talleres realizados durante el viernes y sábado l@s interesad@s realizaban charlas íntimas, aprendizajes sobre las relaciones tóxicas y las expresiones adecuadas sobre ellas. Los cambios en el roll de personaje ayudan a comprender que persona puedes ser dentro de ese mundo oscuro. Durante estas horas los actores y actrices han podido empatizar, comprender y crear con su cuerpo y su mente diferentes personalidades.
“Es una actividad que puede hacer todo el mundo, no hay que ser teatrero para eso. En el teatro no tienes que ser un profesional, aprendes a jugar como si volvieses a ser un niño. Nos hace pensar en quieres somos y en quienes queremos ser” concluye el actor Pablo Huetos.
En la muestra realizada en las escaleras del Palacio provincial, Javier y Anais, representan como son esos sentimientos con diferentes actitudes al público asistente. Junto a la música confluyen un espacio cargado de expresión de la posesión en una pareja romántica presentando que no toda la violencia ejercida tiene que ser física.
El maestro de ceremonias Pablo Huetos lee unos comentarios típicos en nuestra sociedad: “Siempre saludaba por la calle; ella se lo ha buscado; vienen a quitarnos el pan y las mujeres… Estas frases las escuchamos diariamente y tenemos intrínsecas en la sociedad a tal punto que ya no nos damos cuenta de que es así”
Durante la creación de este proceso Laura explica cómo es llevar estas adaptaciones a un festival: “Montar una obra en ocho horas es prácticamente inviable. Lo que pretendíamos era mostrar todo el proceso junto a diferentes hallazgos de ejercicios corporales, puestas en el espacio”. Laura y Pablo coinciden en que no importa la representación y el resultado final después de todo este proceso mientras se indagan en las herramientas artísticas.
Laura Galletero anima a todas las personas que quieran acudir a este tipo de talleres diciendo que no tienen que ser profesionales, únicamente hay que dar paso y atreverte a compartir el ahora. “Aunque la obra tenga un contenido para personas jóvenes y se crea que ese tipo de actores son los mejores para representar El síndrome de Otelo no tiene porqué. Hemos trabajado con variedad de personas desde señoras mayores hasta niños en los que también nos han mostrado como crean y nos han hecho sentir”.
Finalmente, el consejo que dan como actores con más de diez años de experiencia a la hora de comenzar un taller de este tipo es la escucha activa. La facilidad de hablar constantemente con el público lanzando preguntas, por ejemplo, sobre sus experiencias previas. Independientemente del tipo de colectivo con el que se trabaje es de las mejores herramientas que se pueden adaptar para crear un espacio seguro, libre y cómodo.
La compañía Señora Rojo tiene como objetivo “no triunfar en los escenarios porque muchas veces se trabajan con principios que no pretenden cambiar la sociedad”. Mientras que con este tipo de obras y adaptaciones de historias míticas de Shakespeare los valores transmitidos pasan al primer plano.
El Festival de Otoño en Cuenca continuará durante todo el mes de octubre con actividades variadas todos los fines de semana para que el público interesado pueda acercarse a conocer un poco más sobre todo tipo de arte.