Las reformas del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca han obligado a evacuar gran parte de su contenido, que ha partido en una exposición itinerante. La climatización del museo de las Casas Colgadas lo ha dejado parcialmente vacío, sin nada que colgar en las paredes de muchas de sus salas.
¿Qué es del emblemático museo, refugio de la abstracción española del siglo XX, cuando no existen obras que exponer? Es la pregunta que se plantea Vaciar el museo, el nuevo documental producido por la Fundación Juan March en colaboración con La Máquina de Luz, que ya está disponible en el Canal March y en la plataforma FILMIN.
Vaciar el museo es la octava entrega de La Cara B, la serie de videoensayos y documentales sobre las actividades de la Fundación, vistas desde un ángulo atípico y experimental. La imagen insólita de un museo vacío y la destrucción de sus paredes sirve, entre otras cosas, como lienzo para la pieza “Evacuar el ismo” del artista Javi Álvarez, en forma de anagrama graffietado. O para contener la grabación de “Acciones para la pantalla II”, obra audiovisual realizada por Esperanza Collado, Paula Guerrero y Bruno Delgado.
Las paredes vacías encierran esa esencia que Brian O’Doherty denominó “cubo blanco”, una creación de la Modernidad para exhibir el objeto artístico. Los artistas que participan en esta nueva entrega lo ocupan con sus sorprendentes propuestas creativas.
El lanzamiento de Vaciar el museo estará acompañado de un nuevo episodio de La Cara C, el podcast con montaje y banda sonora de Javi Álvarez que complementa los temas en los que ahonda la serie experimental de La Cara B. El nombre de este episodio es “Un museo de artistas en un país de artistas sin museos” y repasa cómo, en un lugar insospechado –una ciudad de provincias en plena dictadura–, se crea el primer artist-run museum. Este museo, un cubo blanco en un edificio medieval, se convertiría en un imán de creadores de vanguardia gracias al impulso de su creador, Fernando Zóbel.
Las obras se van de viaje en una exposición itinerante
Durante las reformas para la climatización del museo, más de cuarenta pinturas y esculturas de la colección del Museo de Arte Abstracto se exponen en distintos puntos del mundo, formando distintas muestras temporales.
Desde el 29 de septiembre hasta el 15 de enero, las obras seleccionadas viajan a La Pedrera, Barcelona, en la exposición Los caminos de la abstracción, 1957-1978. Los trabajos de Saura, Canogar, Palazuelo o José Guerrero entrarán en diálogo con las obras de Rothko, De Kooning o Pollock en una muestra que enfrenta la abstracción española, abrigada y desarrollada en el Museo de Cuenca, con la abstracción internacional.
Por su parte, la Fundació Suñol también expone desde el 29 de septiembre al 14 de enero algunas de estas obras de la muestra itinerante, para mostrarlas junto a las de algunos artistas de su colección en Memorias cruzadas. Las colecciones como territorio. En 2023, la colección abandonará España para visitar el Meadows Museum SMU de Dallas (Texas), desde el 26 de febrero, y el Ludwig Museum Koblenz, desde el mes de septiembre.
Su primera parada en esta gira fue la exposición, ya concluida, “El pequeño museo más bello del mundo”. Cuenca, 1966: una casa para el arte abstracto en el Centro José Guerrero de Granada.
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