El Coro del Conservatorio de Cuenca regresó en la noche de domingo a Cuenca tras su pequeña gira por Zamora y Toro, donde pudieron interpretar el Miserere y las obras más emblemáticas que el Coro canta durante en la Semana Santa de Cuenca que causaron honda emoción y crearon un vínculo de hermandad entre zamoranos y conquenses. Los integrantes del Coro pudieron disfrutar tanto de las actuaciones como de la convivencia, tras un verano arduo de trabajo en el que ha sido evidente la ilusión y las ganas de volver al punto de calidad en el que nos encontrábamos hace justo un año.