Confieso que miré varias veces la foto de los socialistas conquenses en la estación Fernando Zóbel porque no me la quería creer. Sonríen a la cámara portando un panfleto en el que se lee “el Gobierno de la gente” con la estación del AVE como escenario. Algunos ni se atreven a mirar a la cámara, supongo que por pudor a sabiendas de que muy pocos conquenses se podrán beneficiar de los descuentos temporales en transporte público.
Otros aparecen orgullosos en la foto, como los representantes municipales de Arcas, Villar de Olalla o Chillarón, porque en las aguas revueltas de la aniquilación del tren han pescado un transporte periférico que vender a sus vecinos.
Las ausencias en la foto son notables. No aparece Martínez Chana, que después de erigirse en uno de los verdugos del tren ahora intenta desvincularse de los asuntos de transporte porque “no son de su competencia”.
Tampoco aparece ningún representante de la Junta, como Martínez Guijarro, porque son conscientes de la fragilidad del transporte por carretera en la provincia y de que el Gobierno central aspira a delegar en las autonomías el mayor peso de este servicio público. Así se puede deducir del nuevo mapa concesional del Ministerio de Transportes, que solo contempla paradas de autobús en menos de diez pueblos conquenses, casi todos en la A3 o en la A40. Consta su preocupación ante el marrón que les va a encasquetar Pedro Sánchez, pero callan con ejemplar servilismo mientras comprueban desde Toledo que no les salen las cuentas.
Y mientras tanto, los únicos euros para inversiones en ferrocarril que vamos a ver en la provincia de los más de 24.200 millones de “euros europeos”, valga la redundancia, van a ser los del desmantelamiento de las vías y el transporte de traviesas.
Sahuquillo y Torralba son capaces de “animar a los ciudadanos a hacer uso del transporte público” precisamente en la legislatura de la célebre “alineación socialista” que está suponiendo la aniquilación del transporte público en la provincia. No solo han cerrado el tren convencional y, con ello, todas las estaciones de tren de los pueblos de la provincia, sino que han suprimido muchas de las líneas de autobús que comunicaban nuestros municipios con grandes ciudades. Sin ir más lejos, desde que Pedro Sánchez gobierna, a mi pueblo le ha quitado la comunicación directa con Madrid, Valencia y Albacete, e incluso temporalmente con Cuenca. Son muchos los servicios suprimidos y los amenazados a lo largo y ancho de la provincia mientras los representantes socialistas presumen de un descuento muy poco útil para la gran mayoría de conquenses.
Veremos cómo se las ingenian Sahuquillo y Torralba, en próximas fechas, para vender también la flamante Ley de Movilidad Sostenible de Pedro Sánchez, cuyo anteproyecto ya se conoce y que se presenta como muy perjudicial para el mundo rural porque se centra en “priorizar los corredores de alta demanda”. Esa misma ley es la que introduce el pago por uso de autovías y carreteras, compromiso del Gobierno con Europa que sufriremos en breve. Entre los peajes y el precio del carburante va a ser más caro acercarse al pueblo vecino a comprar un destornillador que comer en DiverXo.
Hace meses anunciamos que desde el Partido Popular de Cuenca hemos presentado alegaciones al anteproyecto de ley de movilidad para defender nuestra provincia y nuestro mundo rural mientras el Psoe de Cuenca se mantiene en posición de absoluta sumisión. Algún día explicarán de qué gente hablan cuando se refieren al “Gobierno de la gente”.
Cayetano J. Solana
Presidente del Grupo Popular en la Diputación de Cuenca y Alcalde de Villaescusa de Haro