Tras emitirse fallo judicial del TSJ de Castilla-La Mancha, desestimando el recurso ante la sentencia primera instancia sobre demanda por vulneración derechos fundamentales contra el Ayuntamiento de Quintanar del Rey, presentada por una de las representantes legales de CCOO-FSC, y ante el comunicado enviado a los medios de comunicación desde el correo corporativo del propio Alcalde, Martín Cebrián, y la campaña contra esta delegada de CCOO en redes sociales (Facebook) del partido político a que pertenece el primer edil, desde la Ejecutiva provincial de la Federación de Servicios a la Ciudadanía (FSC) de CCOO-Cuenca, manifestamos:
Expresar todo nuestro apoyo a nuestra afiliada, delegada de personal y que ha sido durante ocho años presidenta del Comité de Empresa, ante el ataque burdo y rastrero de que está siendo objeto desde la Alcaldía de este Ayuntamiento, poniéndola en la ‘picota’ para su ‘escarnio público’, pues es la primera vez que vemos a un Alcalde hacer una valoración de una sentencia que considera un “triunfo personal” frente a la persona trabajadora que acudió a la vía judicial ante una situación que nosotros calificamos de “acoso y persecución” mantenida desde hace años, y que ahora los jueces estiman no se ha demostrado suficientemente.
Se demuestra que el primer edil del Ayuntamiento ha incluido el nombre de nuestra compañera en su nota de prensa por revancha y venganza, como él mismo reconoció en la sesión plenaria de la Corporación municipal del jueves 4 de agosto, a preguntas de concejal de Podemos que se interesó por este atentado contra la protección de datos y la intimidad personal de nuestra representante legal en el consistorio quintanareño.
Ese es el nivel y la calidad humana que demuestra un representante y gestor público que ha contratado los servicios jurídicos de un bufete de Madrid para llevar la acción legal por la demanda judicial de nuestra delegada, cuando para todas las demás demandas presentadas por personas trabajadoras del Ayuntamiento (más de 30 en lo que va de legislatura) se ha solicitado asistencia jurídica gratuita a la Diputación. Aquí se ve el “especial interés” y “ganas” que le tiene el Sr. Martin a nuestra compañera de CCOO.
Pero en ningún momento es la victoria de “la verdad contra la mentira” como intentan trasladar el señor alcalde y la agrupación local de su partido que él mismo lidera. En una cuestionable instrumentalización del fallo judicial, se distorsiona claramente la realidad para continuar el hostigamiento contra una trabajadora y representante sindical, por lo que desde CCOO-FSC no vamos a permanecer callados.
Así, es realmente alarmante la capciosidad con la que el alcalde publicita la sentencia. Cabe incidir en que no está entre sus quehaceres emitir valoraciones de sentencias, con relevancia jurídica, pero menos aun añadiendo afirmaciones incluso calumniosas que no se corresponden con ningún enunciado suscrito por juez ni tribunal ninguno en todo el procedimiento. La verdad no se ha impuesto sobre la mentira. Acusar de mentir a la demandante induce a pensar que se ha cometido una temeridad o incluso estafa procesal, y en ningún momento la Justicia ha emitido una aseveración de ese calibre.
A veces ocurre que es la verdad la que no logra abrirse camino. Así, en este caso, la sentencia viene a señalar, exclusivamente, que no se ha podido demostrar suficientemente la vulneración de Derechos fundamentales de la Coordinadora de la Universidad Popular de Quintanar del Rey. En este caso, como vemos, la mentira se desprende únicamente de las palabras emitidas por el propio alcalde.
Lo que no se puede negar es lo que una de sus actuales concejales, del propio equipo de gobierno del Sr. Martin, dijo en sede judicial cuando acudió a declarar como testigo: “Que desde el inicio de la legislatura no quieren que se acerque a la demandante para nada y le hacen comentarios sobre ella. Que dice que [la demandante] no rige bien de la cabeza y que es mejor que no se acerque a ella para estar tranquila dentro de la concejalía. Que en las reuniones una de las diputadas de su pueblo sacó el Instagram de la demandante y empezó a hacer comentarios de ella y de su perro. (....) Que igual que le decía a la declarante el alcalde cree que les decía a otros. Que le decía que [la demandante] estaba mal de la cabeza, que era una psicópata y que no se acercara a ella. Que esto fue antes del primer juicio. Que como consecuencia de la relación normal con [la demandante] ha sido apartada de la Junta de Gobierno Local. Que no le ha negado ir a las reuniones, pero le dijo que no estaba en Junta de Gobierno (...)”
Aquí se demuestra la capciosidad de sus afirmaciones, que omiten deliberadamente información cuando no faltan directamente a la verdad, pero, sobre todo, ilustra de la consideración que el Sr. alcalde tiene sobre nuestra compañera, delegada de CCOO en el Ayuntamiento y Coordinadora de la Universidad Popular (UP).
Servicio municipal de UP que, en sentencia 391/2020 del Juzgado de lo Social de Cuenca, de fecha 12/11/2020, era descrito de esta manera: “ (…) extraordinario buen hacer de la actora en el desarrollo de la misma del que el propio Ayuntamiento (como parte del mismo que es la U.P.) se ha beneficiado de su prestigio y éxito social, toda vez que la U.P. ha ido creciendo exponencialmente en el número de alumnos y cursos impartidos, ofertando un catálogo de actividades muy variado y de interés, logrando una excelencia en la labor desarrollada de prevención e integración social de diversos colectivos que puedan estar en riesgo de aislamiento y/o de exclusión social (discapacitados, tercera edad, mujeres en riesgo de violencia de género, jóvenes con diferentes problemas personales, menores, etc.), tanto de sus propios vecinos como los de otras localidades cercanas que se han matriculado en la citada U.P., así como una labor en la difusión de la cultura en general, dignas, todas ellas, del mayor elogio”.
Al ‘extraordinario buen hacer’ profesional de nuestra compañera al frente de la Universidad Popular se añade su compromiso e integridad durante su desempeño como presidenta del comité de empresa. Ambas actitudes, ambas cualidades, señor alcalde, debieran ser ‘dignas del mayor elogio’ para cualquier persona de bien. Aunque a usted le irriten, las combata y las denigre.
Si (
No(
