Cuenca ha recuperado este martes un elemento icónico de la gastronomía de la ciudad con la inauguración del restaurante ubicado en las Casas Colgadas, regentado por Jesús Segura, en el que habrá dos establecimientos con filosofías y ofertas diferentes, pero con una sola gestión.
La inauguración del nuevo establecimiento supone disponer otra vez de un espacio de restauración en el edificio más emblemático de la ciudad, que data del siglo XIV y que está declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que se encuentra en el casco histórico de Cuenca, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En este inmueble el antiguo Mesón Casas Colgadas compartió espacio y protagonismo con el Museo de Arte Abstracto Español desde mediados de los años 60 del pasado siglo hasta 2013, cuando cerró sus puertas con un cambio de adjudicación al chef Manuel de la Osa, que no cuajó, y ha permanecido cerrado hasta hoy.
Parte de sus espacios se cedieron a la Fundación Juan March para ampliar el Museo, y por eso el restaurante de Jesús Segura ha aprovechado la rehabilitación de la Casa de la Sirena y la Casa Bajada a San Pablo para ampliar la distribución y hacer una propuesta por partida doble.
El chef conquense, que mantiene una estrella Michelin desde 2018 en el restaurante Trivio, ha presentado un restaurante con dos visiones diferentes en espacios independientes, aunque comunicados entre sí.
En el espacio de la Casa de la Sirena apostará por una cocina tradicional, en tanto que en el espacio las Casas Colgadas/Jesús Segura, se centrará en la "cocina circular", con productos de cercanía y "kilómetro cero".
Segura ha abogado, en su intervención, por "abanderar esa manera de pensar de Cocinamos Cuenca", ha subrayado que la gastronomía conquense es "un diamante en bruto" y ha afirmado: "Tenemos que creer que somos capaces de estar en el firmamento, más allá de donde estamos".
Ha agradecido el trabajo de su equipo de Trivio, y también la rehabilitación realizada en las Casas Colgadas porque según ha comentado: "Le habéis dado 100 años más de vida al edificio".
Con una plantilla de 17 personas, ambos restaurantes tienen una capacidad conjunta de unos 50 comensales, en las llamadas 'Sala Negra' y 'Sala Blanca', con espacios y filosofías muy diferenciados, pero con los mismos fogones que manejará Segura.
Por su parte, el vicepresidente del Gobierno de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, ha considerado que la inauguración es "una magnífica noticia" para la ciudad, y ha destacado la responsabilidad que asume Segura, al que ha dicho: "Te entregamos a ti lo mejor que tiene la ciudad, lo más emblemático, y te lo entregamos para que lo hagas más emblemático y más conocido".
También ha incidido en el papel que jugará Segura en la Gala de la Guía Michelin, que se celebrará en Toledo, y está convencido de que el chef conquense llevará su proyecto "a las máximas cotas del mundo culinario".
A su vez, el alcalde de Cuenca, Dario Dolz, ha augurado que estos dos espacios serán "la mejor carta de presentación" para la candidatura de Cuenca como Capital Española de la Gastronomía en 2023.
Asimismo, el regidor ha recordado las diferentes vicisitudes que ha tenido el proyecto durante la rehabilitación, con problemas con las balconadas, pero que ha permitido recuperar "un espacio magnífico", después de una inversión de 1,4 millones de euros a cargo del Consorcio de la Ciudad de Cuenca.
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