Las Turbas de Cuenca ya forman parte de la Junta General de la Junta de Cofradías. El proceso, que comenzaba en 2017, culminaba en la Junta General Extraordinaria celebrada esta tarde, en la que se aprobaba por mayoría absoluta la entrada de Las Turbas con un representante en el máximo órgano de decisión de la institución nazarena.
La integración de Las Turbas de Cuenca en la Junta General ha supuesto la modificación de tres artículos de los Estatutos de la JdC (2.1, 33 y 39), reforma imprescindible – que llega tras cinco años de trabajo y la paralización del proceso a causa de la pandemia – para poder dar, “desde la excepcionalidad”, cabida al colectivo como miembro.
Dada la excepcionalidad de la medida – motivada por la incompatibilidad de la forma jurídica de Las Turbas de Cuenca con la de los integrantes que pueden ser admitidos por la Junta de Cofradías en su seno, pues Las Turbas de Cuenca no está constituída como asociación pública de fieles y ésta es condición de obligado cumplimiento según el derecho canónico para integrar la JdC – los artículos reformados tienen una temporalidad de 8 años.
“Al tratarse esta integración como una gracia por parte de la Junta de Cofradías, en el supuesto de no lograrse durante este plazo la paulatina normalidad en el comportamiento de los turbos participantes en la Procesión Camino del Calvario, Las Turbas de Cuenca pueden ser desvinculadas de la Junta de Cofradías sin que esto suponga conculcar ningún derecho” explican desde la institución.
“Lo que todos queremos y deseamos que la turba acompañe a Jesús con su tambor y su clarín, avanzando en lugar de entorpeciendo el normal desarrollo de la procesión” precisa el presidente de la JdC, Jorge Sánchez Albendea. “La normalidad que queremos es que el turbo sea lo que debe ser: un nazareno que acompaña. Y que no sea necesario seguir contratando un grupo específico de seguridad para Camino del Calvario” recalca.
Cinco años de proceso
En junio de 2017 y una vez aprobado el Reglamento de Las Turbas de Cuenca por el obispo de Cuenca, monseñor Yanguas – decreto de fecha 20 de junio de 2017, con número de su protocolo 117/16 – se iniciaron las conversaciones para estudiar la viabilidad de intentar integrar al colectivo en el seno de la Junta de Cofradías.
El primer paso se plasmó el 2 de marzo de 2018 con la firma de una concordia suscrita de común acuerdo entre Las Turbas de Cuenca, la Junta de Cofradías de Semana Santa y el Obispado de Cuenca, con el fin de ser instrumento transitorio para llegar al pleno cumplimiento de los objetivos anteriormente descritos. Desde la JdC su presidente hace hincapié en que “el trabajo de todas las partes implicadas ha sido continuo durante este periodo, intentando siempre conseguir un mayor grado de integración de Las Turbas de Cuenca en el seno de la Junta de Cofradías”.
Durante esta primera fase del debate se plantearon dudas sobre la naturaleza jurídica que tienen Las Turbas de Cuenca, pues en su reglamento se recoge la figura de “Asociación de fieles de la Iglesia Católica Romana” (artículo 1). Ante las dudas sobre la compatibilidad de la figura reflejada en el Reglamento del colectivo con la recogida por los Estatutos de la JdC como imprescindible para poder formar parte de la institución, se solicita al Obispado de Cuenca informe de naturaleza jurídico-canónica sobre la incorporación de Las Turbas de Cuenca en la JdC. Dicho escrito, de fecha 4 de marzo de 2019, y elaborado por Declan Murphy, Canciller secretario, recoge que Las Turbas de Cuenca son una asociación privada de fieles sin personalidad jurídica.
Siendo la Junta de Cofradías una asociación pública de fieles (artículo 2 de su Estatuto), concluye el citado informe que la incorporación a la institución nazarena no puede realizarse como miembro de pleno derecho y que su integración se podría producir dentro “del ámbito de las excepciones”, en virtud de “consideraciones de carácter histórico”.
Partiendo de la base del citado informe, se considera oportuno consensuar un acuerdo de mínimos que pretenda recogerse dentro del articulado del Estatuto de la Junta de Cofradías. Acuerdo que debe ser ratificado por Junta General pero que ya goza, desde un inicio, con el beneplácito de las partes implicadas: Hermandades de Camino del Calvario, las propias Turbas de Cuenca y los diferentes órganos de trabajo de la Junta de Cofradías. Es precisamente este acuerdo el que se ha ratificado hoy.