El radiotelescopio de Yebes ha conseguido revolucionar la astrofísica molecular en los dos últimos años con la detección de más de 40 nuevas moléculas en este breve periodo de tiempo.
La mayoría de ellas son nuevas especies encontradas en un núcleo preestelar cercano a nuestro sistema solar, pero también se han identificado especies prebióticas en regiones altamente dinámicas en el centro de nuestra galaxia y moléculas con metales en la envoltura gaseosa que se crea en la muerte de estrellas de tipo solar.
Las moléculas juegan un papel clave en los procesos de formación de galaxias y de estrellas. El gas molecular domina las regiones más densas del medio interestelar, donde la materia sufre un drástico proceso de transformación, pasando de nubes frías y oscuras a formar estrellas y sistemas planetarios.
La astroquímica o astrofísica molecular permite entender mejor este proceso mediante el estudio de las moléculas detectadas en el espacio. La eclosión de esta nueva forma de estudiar el universo comenzó en la década de 1970 con el desarrollo de la instrumentación radioastronómica.
En el medio siglo que ha pasado desde entonces, aproximadamente 260 especies moleculares distintas han sido observadas en el espacio. Esto da una media de 5 nuevas moléculas por año, lo que indica la gran complejidad técnica y científica que se requiere para realizar estas nuevas detecciones.
Los resultados conseguidos en Yebes en este campo, suponen un hito que ha sido posible gracias a la colaboración de un amplio equipo del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) con el personal del Observatorio de Yebes (IGN) e investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La astrónoma Belén Tercero (OAN-IGN) ha participado en esta empresa desde el comienzo, liderando la optimización de la instrumentación y las observaciones del radiotelescopio de Yebes de 40 m y participando en el análisis de los resultados científicos en más de 40 artículos publicados en las mejores revistas de astronomía.
Los últimos tratan las nuevas identificaciones en el espacio de dos cationes, el PO+ en las nubes del centro galáctico y el HCCNCH+ en el núcleo preestelar TMC-1 y han sido recientemente aceptados para su publicación en Frontiers in Astronomy and Space Sciences y Astronomy & Astrophysics, respectivamente.