El uso del cannabis se ha convertido en una cuestión sumamente polémica, pues existe una acelerada campaña para legalizar totalmente su uso basándose en argumentos sobre sus beneficios medicinales, sin tomar en cuenta los efectos adictivos que puede ocasionar.
Y es que, el cannabis, marihuana o hachís es una droga que de acuerdo a estudios realizados genera adicción en un 30% de sus consumidores, siendo este porcentaje mayor si su consumo comienza antes de los 18 años.
Cabe mencionar que, cuando se hace referencia al uso medicinal del cannabis, se trata solo del uso terapéutico de aquellos medicamentos provenientes del cannabis o extractos nivelados de la planta, que contienen solo algunos componentes de la misma y en cantidades específica, no se hace referencia al uso de la planta como tal.
Dicho lo anterior, su uso se ha ido incrementando cada día más y hasta se han instaurado equipos como el de Fast Buds, el cual es un innovador productor de cepas autoflorecientes. Dicho equipo es responsable de haber construido uno de los más importantes bancos de semillas autoflorecientes de cannabis de escala mundial.
En torno a este tema, los expertos han dado su opinión. Hoy en día, la realidad es que muchos expertos están a favor del uso del cannabis en medicamentos, mientras que otros aún no, basándose en las consecuencias perjudiciales que podrían causar.
Uso medicinal del cannabis ¿Qué resultados se han obtenido?
Durante los años 1985 y 2016, la FDA aprobó el uso de dos medicamentos emanados de cannabinoides, los cuales son la nabilona y el dronabinol, estos son indicados para la anorexia asociada al VIH, así como también para las náuseas y vómitos asociados a la quimioterapia. Sin embargo, el uso de estos medicamentos aún está en discusión porque hay investigaciones donde se manifiesta su validez y otras que indican lo contrario.
Se han presentado casos de pacientes que usan la nabilona y han mostrado incrementos de la frecuencia cardiaca, alteraciones de su estado de ánimo como euforia, depresión, ansiedad, pánico, desilusiones, alucinaciones, así como cambios de conducta, pero generalmente en pacientes que tienen un uso elevado del medicamento.
Cuando se usa el cannabis a través de inhalaciones en pacientes con dolor crónico se ha obtenido una respuesta favorable, sin embargo, cuando se hace un estudio de la relación existente entre el uso de esta droga en forma de inhalación y los síntomas crónicos de respiración como tos, flema y dificultad para respirar, se ha evidenciado que existe una posibilidad de que el paciente que utilice este método para aliviar el dolor pueda sufrir de estas afectaciones respiratorias.
El cannabis también es empleado para pacientes que sufren de epilepsia. Existen estudios científicos que indican que su uso es eficiente para reducir las crisis convulsivas en pacientes que padecen de síndrome de Lennox Gastaut y síndrome de Drivet, mientras que otros estudios no están tan seguros de su seguridad y su eficiencia.
Cabe mencionar que, el cannabis, así como las bebidas alcohólicas y el tabaco no contienen principios activos cercados y refinados, por el contrario, son derivados de mezclas de cientos de productos químicos que tienen distintas reacciones, en ocasiones dañinos.
Si bien muchos expertos están a favor sobre el uso medicinal del cannabis, la mayoría opina que si el uso de esos derivados no fuera dañino estarían en total acuerdo acerca del mismo, pues si causa adicción, podría desatar el padecimiento de psicosis, produciendo daños cerebrales, pudiendo deteriorar las capacidades cognitivas entre otras cosas.
Para poder aceptar al cannabis como medicinal es imprescindible obtener un derivado de contenido confiable, donde sea comprobable el beneficio sobre alguna enfermedad en específico, demostrando que los beneficios son mayores que los riesgos, y adicionalmente estipular que no existe alguna alternativa medicinal mejor.
Aunque se han realizado múltiples trabajos científicos al respecto, hoy en día en cuanto a los derivados obtenidos (algunos ya aprobados por la FDA), ninguna de estas investigaciones ha evaluado el daño que pudiesen causar a largo plazo.
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