Manifiesto por Cuenca recuerda a las autoridades que la nuestra es la tercera provincia más despoblada del Estado, y que el hecho de que se esté instalando actualmente el Centro de Estudios Penitenciarios en la capital, si bien es una grandísima noticia, no es ni mucho menos suficiente para detener el drama de la despoblación.
Cuenca, por su especial situación geográfica, situada entre la primera y la tercera ciudad más poblada del país, por su historia cultural e impacto en el mundo de las artes, por su entorno natural único, podría y debería acoger organismos de ámbito estatal. Tan solo es necesario un poco de voluntad política y unos estudios de impacto adecuados. Se necesita también concreción. No basta con repetir el mantra de la descentralización, hay que ser más concretos en nuestras peticiones, y esto es algo que echamos en falta por parte de nuestras autoridades, mientras que sí que lo estamos viendo desde otras comunidades autónomas.
Desde Manifiesto por Cuenca queremos abrir de nuevo este debate para ponerlo en boca de los conquenses. Y es que, empezando por el ámbito cultural y dada la vinculación histórica y también actual que la ciudad de Cuenca tiene con este mundo, creemos que la ciudad sería un entorno perfecto para acoger organismos nacionales de la talla de la Dirección General de Bellas Artes o del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música, ambos dependientes del Ministerio de Cultura.
Además, como una de las provincias de España con mayor masa forestal, y dado el éxito de programas como UFIL o la próxima puesta en marcha del Parque Científico y Tecnológico de Economía Circular en las proximidades de la capital, sería muy interesante la instalación de instituciones como el Centro de Investigación Forestal del CSIC en nuestra provincia, pues basta con echar un vistazo al mapa de institutos y centros del mayor organismo científico del país, para ver cómo la mitad de ellos se encuentran en Madrid y el resto repartidos por la costa fundamentalmente, dejando un gran vacío en ambas mesetas, y con una presencia prácticamente residual.
En el ámbito de la agricultura y ganadería, y como una de las referencias nacionales en la explotación del cereal, el girasol, el ajo o la ganadería ovina, con una enorme tradición en la fabricación de vino, quesos o aceite, así como la presencia de empresas destacadas en el sector de la industria alimentaria, la provincia de Cuenca sería sin duda un lugar idóneo para la instalación de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Formación Agroalimentaria o la Dirección General de la Industria Alimentaria, ambas dependientes del Ministerio de Agricultura.
Por supuesto, no hay que olvidarse de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, cuyo poder centralizador de organismos es similar al de Madrid, y que debería hacer también un esfuerzo mucho mayor en este aspecto. Y es que pensemos en la Viceconsejería de Medio Rural o la de Medio Ambiente, dependientes de las Consejerías de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural y de Desarrollo Sostenible, respectivamente. Dentro de las mismas existen instituciones como la Dirección General de Desarrollo Rural, la Dirección General de Políticas Agroambientales, la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad o la Dirección General de Economía Circular, que podrían ser trasladadas total o parcialmente a zonas de nuestra provincia.
Y es que basta con que el Estado, en todos sus ámbitos, dé un primer paso, para que las empresas del sector privado vayan detrás. Y dejemos de pensar que España sería un modelo único en Europa en este aspecto. Alemania tiene algunas de sus sedes repartidas por todo el país, véanse los casos de Frankfurt o Bonn. Reino Unido hace tiempo que trasladó parte de sus organismos fuera de Londres; por ejemplo, la Hacienda británica suele escribir desde Newcastle y la BBC está obligada a repartir sus centros por todo el país. Y sin olvidar a nuestro vecino Portugal, donde se están trasladando varias secretarías de Estado al interior para combatir la despoblación.
Está claro que Internet hace posible un funcionamiento normal de las administraciones remotas en pleno siglo XXI. Si un gran número de empleados públicos llevan meses trabajando y atendiendo a sus tareas desde casa por culpa de la pandemia que nos azota, ¿hay acaso mayor prueba que esta para demostrar que la descentralización es posible?
Finalmente, nos gustaría recordar que Manifiesto por Cuenca está a disposición de los agentes políticos y de todas las instituciones, como recurso compuesto por un grupo de personas profesionales de distintos ámbitos, y desde nuestra concepción como una asociación ajena a intereses políticos, cuyo único interés es el de ayudar al progreso de la provincia de Cuenca.