Bien recientes aún sus publicaciones “Una radio, una ciudad. Radio Nacional de España en Cuenca” y “Ciudades vistas y soñadas”, la Real Academia Conquense de Artes y Letras pone en las librerías un nuevo libro en este caso dedicado a la figura y la obra del pintor Óscar Pinar, fallecido en 2017, numerario que fuera de la corporación. Firmado por los asimismo académicos José Ángel García, Pedro Miguel Ibáñez, Joaquín Saúl García Marchante y el también ya fallecido Miguel Ángel Moset, el volumen, de muy cuidada presentación formal, oferta en sus casi trescientas páginas un detallado recorrido tanto biográfico como estilístico del que fuera uno de los artistas con una obra más característicamente personal del panorama plástico conquense contemporáneo a través de los sucesivos acercamientos textuales de sus autores a su trayectoria vital y a sus realizaciones pictóricas y de las doscientas treinta y tres ilustraciones, buena parte de ellas a página entera o a página doble, que unen a su excelente reproducción la calidad de su cuidada impresión en papel couché. El volumen, diseñado y maquetado por Arturo García Blanco del Grupo Desenfoque, contó para su edición por la RACAL con la colaboración del Ayuntamiento de Cuenca y del Servicio de Publicaciones de la Diputación Provincial en cuyos talleres se ha imprimido.
Tras el texto de presentación con el que se abre el volumen José Ángel García, bajo el título de “Óscar Pinar: una semblanza”, lleva a cabo un detallado recorrido por el acontecer tanto vital como artístico del artista complementado con numerosos testimonios fotográficos. A continuación Pedro Miguel Ibáñez desarrolla un preciso, documentado y extenso estudio sobre las claves estilísticas y la evolución de su hacer pictórico que no sólo desvela muchas de las claves de la obra pinariana sino que aporta nuevos enfoques que resaltan una validez y una calidad artísticas que no siempre le fueron reconocidas. Si Ibáñez analiza el hacer de Pinar desde la óptica del historiador y crítico de arte, en el siguiente texto Miguel Ángel Moset se aproxima a ella desde su propia experiencia como creador plástico repasando sus características expresividad y técnica en el marco de las distintas corrientes artísticas en que se fue desarrollando. Por su parte, en el capítulo final, Joaquín Saúl García Marchante se acerca a su producción paisajística desde su condición de geógrafo en un discurso que tanto focaliza su atención en el efecto que provoca el colorido con que esos paisajes son representados como en la utilización en ellos del espacio y en el diálogo entre el motivo escogido y lo en el lienzo luego recreado. El libro se complementa con la detallada reseña de las numerosísimas muestras tanto individuales como colectivas realizadas por Pinar y de los premios y distinciones cosechados a lo largo de su dilatada trayectoria artística.