La novena edición de Masterchef arrancó el pasado 13 de abril y, como ocurre con cada entrega, ya se ha convertido en uno de los programas estrella de la primavera. El talent culinario, que en su temporada de 2019 recaló en Belmonte, se posiciona como uno de los productos audiovisuales más longevos y queridos por la audiencia por su perfecta combinación entre gastronomía y entretenimiento al más puro estilo de los programas de telerrealidad.
En esta nueva entrega, entre los quince aspirantes a convertirse en el próximo ‘masterchef’ de España, se encuentra un conquense que ha deslumbrado al jurado y a los espectadores en los dos programas que TVE ha emitido hasta el momento.
Atendiendo a la biografía de cada concursante que se puede visitar en la página web oficial del programa, Fran Martínez es un joven camarero de 30 años que se define a sí mismo como “un magnate de los catálogos de supermercado y las ofertas”. Casado y con su segundo retoño en camino, el conquense afirma que es un gran seguidor del programa y que cuenta con todos los productos que se mencionan en el talent, desde electrodomésticos a útiles de cocina. De entre todos los miembros del jurado, Martínez se decanta por Pepe Rodríguez, a quien considera un ejemplo a seguir por su naturalidad y cercanía. Fan del Atlético de Madrid, el concursante natural de Cuenca entró al concurso gracias a su mujer, encargada de inscribirle a las pruebas, ya que, según sus propias palabras, no se lleva demasiado bien con la tecnología. Martínez señaló el día que se hizo con el ansiado delantal que espera aprender al máximo en las cocinas de Masterchef y llegar a cumplir su sueño de abrir un pequeño restaurante. Por el momento, parece que las cosas van viento en popa.
Durante el primer programa del talent, Fran se ganó al jurado, a sus compañeros y a toda la audiencia con su simpatía. En el segundo, consiguió posicionarse como el mejor integrante del equipo ganador en la prueba de exteriores. Con todo, el conquense vivió una mala experiencia durante la primera prueba de la noche, que tenía al rape como protagonista. En esta primera parte del programa, que contó con Alaska, Mario Vaquerizo y el chef Ángel León como invitados, los concursantes debían elaborar un plato en el que el producto a destacar era este preciado pescado. La elaboración de Martínez recibió fuertes críticas por parte del jurado. Tanto es así, que el propio Pepe Rodríguez llegó a afirmar que era un plato “muy feo”. El conquense asumió sus errores con humildad y confirmó que se trataba de un plato fallido.
No tardó mucho en redimirse, pues durante la segunda prueba Fran recibió los cumplidos no de uno, sino de dos chefs reconocidos. Así, durante este cocinado en favor del Banco de Alimentos, los concursantes estuvieron dirigidos por dos cocineros profesionales. Martínez estuvo a las órdenes de Álvaro Castellanos, quien lo felicitó por su actitud tranquila en cocinas, algo que también ensalzó Pepe Rodríguez, afirmando que había sido el mejor cocinero de la prueba precisamente por su templanza a la hora de cocinar. El conquense firmó así una actuación brillante que le garantiza la permanencia en el talent al menos una semana más.
Fran Martínez no es la única representación de la comunidad en el programa culinario. Así, entre los concursantes -que van desde un jugador de póker autodidacta gracias a su estudio de las reglas de esta disciplina mental a un vendedor de casas de lujo reconvertido en músico, pasando por una estudiante de medicina- se encuentra María, una joven natural de Tomelloso, en Ciudad Real.
La concursante, que destacó en la primera prueba de presión con un plato de 10, se define como una enamorada de su pueblo y de la vida en el campo. Graduada en Turismo, trabajó durante un par de años en un complejo hotelero hasta que se dio cuenta de que ese no era el trabajo de su vida. Desde entonces se ha dedicado al mundo de la cocina y espera poder llegar a abrir su propio negocio de catering.
Sin duda, dos concursantes que prometen llevar los sabores de nuestra tierra de las cocinas de Masterchef al hogar de todos los españoles.