Miles de millones de personas de todo el mundo se han visto afectadas por la irrupción de la pandemia por COVID-19, lo que está teniendo repercusiones adicionales en la salud mental de las personas.
El 66% afirma tener algún problema emocional siempre o la mayor parte del tiempo, la preocupación (43,1%), la tristeza (28.9%) y la depresión (24,9%) son los estados de ánimo negativos más extendidos. Mientras que el 34% tiene dificultades continuadas para dormir.
Datos que evidencian la necesidad de encontrar formas innovadoras para prestar atención en salud mental y poner en marcha iniciativas para reforzar el apoyo y el acompañamiento psicosocial a las personas que más lo necesitan.
Cruz Roja cuenta con el servicio “Cruz Roja Te Escucha’ para ofrecer apoyo y acompañamiento psicosocial a las personas que, por sus circunstancias de enfermedad, soledad, edad avanzada, pérdida de empleo, diversidad funcional o falta de vivienda, entre otras, se vean doblemente afectadas por esta crisis sanitaria.
Se trata de un servicio de atención telefónica gratuita (900 107 917) al que los ciudadanos que lo necesiten pueden llamar de forma anónima y gratuita en horario de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 20.00 horas.
El servicio se puso en marcha el 13 de abril del año pasado en el marco del Plan Cruz Roja RESPONDE frente al COVID-19 y seguirá siendo necesario una vez superemos esta pandemia porque el impacto emocional persistirá más allá del final de la misma.
Según el último informe de Cruz Roja ‘Te Escucha’, el 67% de las llamadas corresponde a mujeres y, respecto a la edad, el 31% de las llamadas son de personas entre 50 y 64 años, seguida de la franja entre los 40 y los 49 años con un 19%.
En cuanto al perfil de las personas que llaman, el 29% del total de las consultas son realizadas por personas en situación de vulnerabilidad y se observa cómo ha ido aumentando el perfil de las personas que han perdido el empleo. Otros colectivos vulnerables que también recurren a Cruz Roja ‘Te Escucha’ son personas mayores y cuidadoras de personas dependientes, personas migrantes y personas enfermas o con discapacidad en situación de aislamiento y soledad.
El 52% de las llamadas recibidas corresponde a personas que no tenían ninguna relación previa con Cruz Roja.
En cuanto al tipo de consultas realizadas, el 30% solicita información sobre recursos, el 27% demanda contención y soporte emocional por estar viviendo una situación que les desborda y el 22% presenta necesidades básicas no cubiertas.
Hasta la fecha el servicio ha realizado más de 6.200 atenciones telefónicas en todo el territorio nacional.
El equipo de Cruz Roja ‘Te Escucha’ proporciona una escucha activa a las personas que contactan con el servicio con el objetivo de aliviar, dentro de lo posible, el malestar y el sufrimiento de las personas. Además, en muchos casos, se lleva a cabo un contacto periódico para saber cómo se encuentra la persona y cómo evoluciona su situación.
Equipo de 150 especialistas en apoyo psicosocial
El teléfono de Cruz Roja ‘Te Escucha’ (900 107 917) está atendido en un primer nivel por 150 personas trabajadoras y voluntarias de Cruz Roja, especialistas en apoyo y acompañamiento psicosocial. Y hay un nivel más especializado, al que se derivan los casos o situaciones más complejas y que está formado por personas profesionales de la psicología que forman parte de la Organización, especialistas en diferentes ámbitos de la atención psicológica (duelo, crisis y emergencias, colectivos vulnerables, infancia y adolescencia, clínica…), para que las personas que lo necesiten puedan recibir desde el primer momento la intervención adecuada ante las difíciles situaciones que están viviendo.
Entre las atenciones realizadas destaca la escucha y la ayuda a sobrellevar situaciones de aislamiento y soledad no deseada, acompañado el vacío que dejan las personas fallecidas entre sus familiares más próximos, aliviado el sentimiento de culpabilidad que muchas personas sentían al no haber podido despedirse de sus seres queridos, se ha promovido que siguieran llevando a cabo pautas saludables, tanto en la actividad física como en la alimentación, que repercuten beneficiosamente sobre su estado de salud, disminuido la ansiedad ante la enfermedad, ante las situaciones de riesgo económico, ante la posibilidad de contagiar a sus allegados e incluso ante la muerte, ayudando a las personas que han contactado con el servicio a afrontar sus desalientos y sus incertidumbres.