La procesión del Santo Entierro pone punto y final a un Viernes Santo lleno de sentimientos a la Semana Santa de Cuenca, cuando la oscuridad invada de nuevo la ciudad, la bulla de la madrugada se habrá tornado en mutismo total. Propios y extraños estaremos absortos acompañando el Santo Entierro, siendo compañía de Soledad y escolta del Yacente en el trayecto desde el Gólgota hasta el Santo Sepulcro.