La Residencia Provincial Sagrado Corazón de Jesús, dependiente de la Diputación de Cuenca, ha retomado este martes las visitas de los familiares, tal y como ha recogido la normativa expedida por la Consejería de Sanidad para aquellos centros que se encuentran libre de Covid-19. En esta primera jornada se han organizado los distintos turnos y en total han sido 14 los residentes que han tenido la oportunidad de volver a encontrarse con sus seres queridos, una cifra que irá aumentando en los próximos días y que se lleva a cabo con cita previa.
La diputada de Servicios Sociales, Lorena Cantarero, ha señalado que ha sido un día “muy emocionante y esperado” para los residentes porque necesitaban retomar el contacto directo con su entorno porque ha sido un año “tremendamente duro”. Aunque la responsable del área ha querido agradecer enormemente el trabajo realizado por todos los trabajadores y trabajadoras de la residencia que han llevado a cabo comunicaciones y videollamadas para paliar, en la medida de lo posible, esta falta de visitas con un contacto telemático.
No obstante, este cuidado y profesionalidad no puede sustituir a un ser querido, así que hoy ha sido un día “de felicidad completa” en la residencia, según ha apuntado Cantarero. La diputada está convencida que este retorno paulatino a la actividad se hace con toda las medidas de precaución, pero también con mucha esperanza para que los residentes puedan ir retomando pequeños actos rutinarios con el objetivo de frenar la pérdida de agilidad física y mental.
Los familiares y amigos que se han acercado a ver a los residentes siguen un escrupuloso protocolo de seguridad frente al virus, la primera cuestión es que sólo se pueden producir estas visitas con cita previa y un máximo de dos veces por semana. Además, sólo puede acceder una persona, quien no debe de presentar síntomas compatibles con coronavirus y es sometida a una prueba de antígenos. El espacio donde tienen lugar estos encuentros está suficientemente ventilado y se desinfecta tras cada persona.