Ecologistas en Acción ha asegurado que los árboles talados en la Serranía de Cuenca, “estaban sanos”, a pesar de las declaraciones del delegado de Desarrollo Sostenible, Rodrigo Molina, tras la denuncia de la organización.
El delegado reconoció que las talas se iniciaron en el mes de septiembre, en una superficie de entre 60 y 70 hectáreas. EA ha estimado que se podría estar hablando de más de 20.000 pinos apeados, “si bien el Delegado nada ha dicho de la cuantificación de lo cortado”.
Las palabras de Molina, defendiendo la legalidad de las talas, han sorprendido a la asociación ecologista. Por un lado, porque la gran mayoría de los árboles estaban sanos cuando se cortaron. Y, por otro, porque en la comunicación por escrito a los ecologistas, se reconoce que las talas se hicieron sin licencia. Para ecologistas en Acción estas talas “carecen de las condiciones legales con las que debe contar una ‘Licencia de Aprovechamiento’. El único documento expedido a la empresa es una adjudicación genérica con vigencia en 2019 y 2020.
Sin evaluación ambiental
La Delegación también reconoce que no se ha realizado el perceptivo ‘Informe de los efectos sobre los recursos naturales objeto de protección’, en aplicación del artículo 56 de la ley 9/1999 de Conservación de la Naturaleza. Tampoco existe autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo, necesaria puesto que están afectados el cauce y ribera del río Escabas.
Rodrigo Molina también ha declarado que existen denuncias de los agentes medioambientales y que hay una causa abierta en los juzgados contra la empresa maderista y contra la empresa pública ‘Ayuntamiento de Cuenca Madera SA’. La asociación conservacionista desconoce si es por delito ecológico u otro ilícito penal, por lo que “Molina debería explicar por qué ha desautorizado el criterio de los agentes y en qué términos se ha planteado la causa judicial”.
Paralelismo con las talas de 2010 en San Clemente
En noviembre de 2010, Ecologistas en Acción denunció una tala abusiva en el pinar del Estado de San Clemente. Entonces, se cuantificó en 21.000 los pinos los cortados, como así lo dio por bueno el actual alcalde de Cuenca Darío Dolz, por entonces director general de Política Forestal.
La empresa maderera era la misma que ha ejecutado las talas recientemente en la Caña del Mostajo y también mediante el uso de procesadoras. Como ahora, la excusa utilizada fueron unos daños por una nevada. En esas fechas también era delegado de Agricultura y Medio Ambiente, Rodrigo Molina. Los hechos se judicializaron, pero la causa se archivó, entre otras cosas, porque el Ayuntamiento de San Clemente (propietario del monte) no denunció y porque el juzgado instructor no admitió la personación de Ecologistas en Acción.
Certificación de los montes del Ayuntamiento de Cuenca
Ecologistas en Acción pondrá los hechos en conocimiento de la Confederación Hidrográfica del Tajo y de PEFC (el sistema de certificación forestal más implantado en el mundo) que certifica la sostenibilidad de la gestión de los montes de titularidad del Ayuntamiento de Cuenca.
La empresa pública ‘Ayuntamiento de Cuenca Maderas S.A.’ también debería dar una explicación de su actuación en estos hechos y especialmente si adjudicó sin concurrencia, es decir, a dedo, a la empresa maderera vallisoletana la madera y cuánto dinero se ha ingresado por estos aprovechamientos, mostrando las ‘Liquidaciones semestrales’ por montes, tras la medición de la madera apeada, así como los hechos por los que está denunciada en los juzgados.
Hechos gravísimos que apuntan al Delegado de Desarrollo Sostenible
Para Carlos Villeta, de EA Cuenca, “las declaraciones de Molina suponen un salto cualitativo, puesto que ni más ni menos que un delegado de desarrollo Sostenible ningunea a sus agentes medioambientales y se pone del lado de la empresa infractora. Estas talas descontroladas, echan por tierra 123 años de gestión sostenible, desde que en 1898 se empezó a ordenar el monte Sierra de las Canales. También levantan serias dudas sobre la renovación de certificación del organismo internacional PEFC y el programa Urban Forest Innovation Lab (UFIL). Por todo ello, si Rodrigo Molina no explica de forma satisfactoria estos gravísimos hechos, debería dejar su cargo. Ecologistas en Acción está iniciando gestiones para personarse en el procedimiento penal y llegará hasta el final, caiga quien caiga”.