La aparición de alergias o el agravamiento de problemas de la piel como el eccema de manos irritativo o el acné, la rosácea y la dermatitis seborreica en la cara son algunos de los efectos del uso repetido de geles hidroalcohólicos y mascarilla, unos problemas que han hecho incrementar las citas en las consultas dermatológicas.
Así lo han indicado Enrique Gimeno, presidente de la sección valenciana de la Academia Española de Dermatología y Veneorología (AEDV), y Carlos Guillem, jefe de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO), quienes han subrayado que estos problemas no justifican el dejar de usar esta protección contra el coronavirus, ya que suelen tratarse de lesiones leves que se pueden "tratar, mejorar y combatir de forma segura".
EMPEORAN LOS PROBLEMAS DERMATOLÓGICOS
"Hemos detectado que con el uso repetido, y a veces excesivo, de los geles hidroalcohólicos y del lavado tan frecuente de las manos se están incrementando los eccemas irritativos secundarios, especialmente en pacientes con patologías previas como eccemas atópicos", indica.
Según Gimeno, lo mismo está ocurriendo con las mascarillas, cuyo uso está llevando a agravar patologías preexistentes como el acné, en lo que desde el principio de la pandemia se ha denominado "maskacné" (de mascarilla+acné) y el eccema seborreico.
En este sentido, Guillem, que dirige el Instituto Valenciano de Dermatología y Estética (IVADE), señala que también se han descrito casos en los que el roce y contacto con ciertas sustancias de las mascarillas, de tipo desinfectante, "pueden provocar alergias".
Se trata en su mayoría de problemas dermatológicos de carácter leve, pero el uso continuado de las mascarillas -algo inevitable de momento- "lo que hace es empeorar esa patología previa o desencadenarla en personas que tienen cierta susceptibilidad hacia el acné, la rosácea y el eccema seborreico en la cara".
Según los expertos, en el caso de la mascarilla, los problemas se producen debido a la oclusión, poca ventilación y la humedad que genera llevarla durante tanto tiempo.
TRATAMIENTO
Reconoce que el tratamiento de estos problemas de la piel se complican al tener que llevar todavía durante un tiempo esas medidas de protección frente a la covid-19.
De hecho, frente al acné o la rosácea se podrían haber aplicado solo tratamientos tópicos pero al agravarse estos problemas en algunos casos "nos vemos obligados a dar un tratamiento con antibiótico oral", según Gimeno.
En el caso del eccema de manos, recomienda que "tras lavárselas se las sequen muy bien, se pongan cremas hidratantes varias veces al día e intenten, dentro de lo posible, limitar el uso de geles más allá de 10 veces al día".
"Se debe minimizar de alguna manera el impacto de estas medidas anticovid y, por otro lado, intensificar el tratamiento de unos procesos que podrían haberse mantenido con terapias menos intensas", señala.
En el caso del acné, explica, ha habido casos en los que se ha llegado a prescribir isotretinoina, un fármaco usado mayoritariamente para el acné severo o quístico que igual no se hubiera prescrito de no haberse agravado su estado por la mascarilla.
A juicio de Carlos Guillem, se trata en su gran mayoría de casos leves que se pueden "tratar, mejorar y combatir de forma segura"
MÁS PROBLEMAS EN MUJERES
Según el presidente de la sociedad valenciana de la AEDV, los problemas dermatológicos en la cara se producen más en mujeres que en hombres, mientras que el eccema de manos se observa casi por igual en ambos sexos.
En el caso de las mujeres, explica que al tapar la mascarilla gran parte de la cara, muchas de ellas están limitando el uso de maquillajes, productos "que también empeoran estas patologías".
"El maquillaje agrava estos problemas porque tapa el poro y facilita su oclusión y que se pongan en marcha nuevos brotes, tanto de acné como de rosácea".
Del mismo modo opina Carlos Guillem, quien desaconseja el uso tanto de maquillaje como de protectores solares, tanto por la época del año en la que estamos como porque la mascarilla cubre gran parte de la cara y algunos productos pueden contener excipientes algo grasientos.
PROLIFERACIÓN DE BACTERIAS
La mascarilla facilita, además, la proliferación de bacterias al tener un ambiente húmedo, lo que también contribuye al desencadenamiento de estos brotes.
En el caso del eccema seborreico, explica Gimeno, existe una población de un hongo saprófito en la cara que con la oclusión y con la humedad "aumenta más de la cuenta y desencadena los brotes".
Y señala que las consecuencias del uso de mascarillas "son peores" en las pieles grasas que en las secas. "Lo que hace la mascarilla es aumentar la humedad de la cara, y con la piel seca no le perjudica tanto como a las grasas", asegura.
Concha Tejerina