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Imagen de archivo (Foto: cuencanews.es) |
Se endurecen las medidas del nivel 3 con el cierre interior de bares y restaurantes
lunes 09 de noviembre de 2020, 19:04h
Castilla-La Mancha está preparando un nuevo documento que contempla modificaciones en las medidas de nivel 3, en el que actualmente se encuentran las ciudades de Toledo, Cuenca y Talavera de la Reina, entre ellas, la suspensión de actividad en el interior de locales de hostelería y restauración, aunque se permitirá el servicio en terraza, con un aforo máximo del 50 por ciento.
Así lo ha avanzado este lunes en rueda de prensa el director general de Salud Pública, Juan Camacho, quien ha explicado que las medidas, que en Castilla-La Mancha se dividen en tres niveles, se van adecuando a tres circunstancias: al propio momento epidemiológico, al momento de conocimiento y a la realidad de la región y de los municipios, con “una homogeneidad y estándares en cuanto a la toma de decisiones”.
Camacho ha señalado que el nuevo documento que está preparando el Gobierno autonómico contempla el cierre del interior de locales de hostelería, restauración y otros establecimientos de este tipo, tales como bingos, casinos o casas de apuestas, aunque se permitirá el servicio en terraza, con un aforo máximo del 50 por ciento.
De igual modo, desaparecerá el cierre de las escuelas municipales, que se regulará “exactamente igual” que el resto de enseñanza no reglada, ha apuntado, de manera que quedarán sometidas a una restricción del 50 % del aforo.
El director general de Salud Pública ha recordado que toda la comunidad autónoma se encuentra en nivel 2 y que, en estos momentos, hay tres “grandes ciudades” en nivel 3: Toledo, Talavera de la Reina y Cuenca; además de otros municipios.
Y ha hecho hincapié en que la entrada en vigor de estas nuevas medidas dependerá de cuánto falte para la renovación de las resoluciones por las que están en vigor las restricciones actuales, aunque la intención es que se pongan en funcionamiento “entre hoy y mañana” en los grandes municipios citados.
Camacho ha subrayado que el aumento de la incidencia ha llevado a tomar la decisión de homogeneizar las medidas en toda la región, lo que, a su juicio, “supone una cierta facilitación para los ciudadanos, en el sentido de que es más fácil conocer las medidas”.
Ha detallado que la incidencia del virus de la semana 42 a la 43 significó “un importante aumento” de los casos de coronavirus detectados, coincidiendo con el avance de la pandemia a nivel nacional, mientras que en la semana 44 “se ha observado una tendencia a la estabilización de los casos” y ha confiado en que continúe así en la semana 45.
Respecto a los pacientes hospitalizados, ha precisado que Castilla-La Mancha se sitúa en el puesto noveno, es decir, en una “zona intermedia”, según las informaciones que publica el Ministerio de Sanidad, mientras que, en cuanto a pacientes ingresados en UCI, la región ocupa el undécimo lugar.
“Cualquier cifra es excesiva”, ha afirmado el director general, pero esto refleja, en su opinión, “el gran esfuerzo” que se está llevando a cabo desde atención primaria y los servicios de Salud Pública y Epidemiología, así como el papel que están teniendo los rastreadores.
Aunque ha reconocido que los datos son “mayores de los que nos gustaría”, ha aseverado que la presión asistencial no es la misma que en la primera ola, ya que, tras registrar el primer caso de covid-19 el 29 de febrero de 2020, el 31 de marzo se alcanzó el pico de pacientes hospitalizados, alrededor de 3.500 en cama convencional, y unos días después, cerca de 400 ingresos en UCI.
Sin embargo, a fecha de 8 de noviembre, eran 804 las personas hospitalizadas y 91 los ingresos en UCI.
Camacho ha incidido en que la presión a la que se vio sometido el sistema entonces fue “descomunal”, pero ha agregado que en esta segunda, de momento, se está logrando que la curva sea “más plana”.