La celebración, en pleno impacto social y sanitario de la pandemia, del Día de Personas Sin Hogar, que se convoca el 25 de octubre, ha puesto a la luz la realidad de muchas personas sin hogar o de personas que viven en infraviviendas, lugares poco salubres y dignos para poder vivir con cierta seguridad y para quienes es una utopía poder adoptar las medidas de prevención decretadas por las Administraciones.
En este escenario de extrema vulnerabilidad de estas personas ante el virus, las entidades que impulsan la Campaña de Personas Sin Hogar -Cáritas, Faciam (Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados), XaPSLL (Xarxa d'Atenció a Persones Sense Llar de Barcelona) y besteBI (Plataforma por la Exclusión Residencial y a favor de las Personas Sin Hogar de Bilbao)— han elegido un mensaje de impacto para denunciar esta situación.
“No tener casa MATA”
Con el contundente lema “NO TENER CASA MATA”, se quiere llamar la atención de los poderes públicos y de la ciudadanía sobre los efectos que la falta de una vivienda adecuada supone para miles de personas y familias en nuestro país, donde se estima que cerca de 800.000 hogares y 2,1 millones de personas sufren situaciones de inseguridad en la vivienda (VIII Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en España).
Cáritas conoce de primera mano estas situaciones de precariedad extrema gracias al trabajo de acogida y apoyo que se ofrece anualmente a las casi 40.000 las personas en situación de sin hogar acompañadas desde los proyectos desarrollados en todo el país por el conjunto de la Confederación.
Este año se da un paso más en la reivindicación que las entidades promotoras de la jornada se viene impulsando en los últimos años para exigir que se garantice el derecho humano a la vivienda y apelar al conjunto de la sociedad a preguntarse cómo se sienten sin vivienda y sin protección las personas sin hogar
“No tener casa -explica Enrique Domínguez, responsable del Programa de Personas sin hogar de Cáritas Española- impide tener un hogar, unas relaciones sociales normalizadas, un espacio básico de protección, además de suponer un serio impacto en la salud física y mental”. “Afecta a los sueños, las oportunidades, la confianza y la salud de estas personas, y, por tanto, a sus derechos. De ahí que digamos que ´no tener casa mata´”, añade.
En un contexto en el que “la vivienda se ha convertido en la primera línea de defensa frente al coronavirus”, como señala Leilani Farha, Relatora de la ONU para una vivienda adecuada, las medidas dirigidas a la población para afrontar el coronavirus, como aumentar la higiene, quedarse en casa o el distanciamiento social estricto, no son realistas ni posibles para las personas que viven en la calle.
Esas dificultades son especialmente graves en un país como España, que carece de un parque de vivienda social en alquiler adecuado: únicamente cuenta con cerca de 275.000 viviendas de ese tipo, lo que supone tan solo el 1,5 % del parque de viviendas principales (datos del Informe de la Defensoría del Pueblo “La vivienda protegida y el alquiler social en España 2019”).
A ello se suma el hecho de que, según el estudio realizado en la “Estrategia Nacional Integral para Personas sin Hogar 2015-2020”, la esperanza de vida de las personas sin hogar está entre 42-52 años, lo que son unos 30 años menos que la población general.
Algunas propuestas
Ante el agravamiento de la vulneración del derecho humano a la vivienda en tiempos de la Covid-19, en un tiempo de crisis extraordinario donde algunos derechos se fragilizan aún más, Cáritas lanza propuestas concretas para avanzar en un escenario de reconstrucción social que tenga especialmente en cuanta a las personas sin hogar.
- Es urgente una ley estatal de garantía de acceso a la vivienda donde se incluyan todas las situaciones de exclusión residencia y sinhogarismo.
- Es necesario incrementar el esfuerzo realizado por la Administración pública en materia de rehabilitación y mantenimiento del parque de viviendas, y promoción de vivienda en alquiler social de forma preferencial.
- Definir e implementar una estrategia específica de lucha contra la exclusión residencial/sinhogarismo, basada en un enfoque de derecho humano a la vivienda con dotación presupuestaria adecuada y apoyada en la coparticipación de los distintos niveles administrativos y administraciones.
- Continuar con la medida extraordinaria de paralización de desahucios y desalojos sin alojamiento alternativo en vivienda habitual en alquiler. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, en 2019 en España se realizaron 54.006 desahucios; aunque las cifras suponen un 9,5% menos que en 2018, siguen reflejando una realidad dramática: casi 150 desahucios diarios, 6 cada hora.
Demandas
Junto a estas propuestas, en el marco de la Campaña de Personas Sin Hogar se demanda a las Administraciones Públicas que garanticen una vida digna para todas las personas, recordando que la vivienda es la primera barrera de protección para preservar la salud, la vida y la dignidad. Al mismo tiempo, se lanza un llamamiento a la sensibilidad y veracidad de los medios de comunicación a la hora de informar sobre la situación real en la que viven las personas sin hogar.
Y al conjunto de la sociedad, las entidades convocantes de la Jornada invitan a promover y participar en espacios de trabajo en red con otras entidades sociales, y a velar por un sistema de protección social fuerte que facilite los procesos de inclusión, además de “avanzar hacia una sociedad de los cuidados en la que como comunidad recuperemos como valor principal la solidaridad, la justicia y la empatía”.
Movilizaciones on line
Dada la excepcionalidad de la situación socio-sanitaria, este año se restringirán al máximo los actos de movilización ciudadana en los espacios urbanos, como en años precedentes. Y se impulsarán acciones on line en redes sociales bajo el hashtag #notenercasamata que den el protagonismo debido a las personas participantes en los programas y recursos de las entidades sociales.