Las provincias de Albacete, Toledo y Ciudad Real pasarán también a la fase 1
sábado 16 de mayo de 2020, 11:00h
Las provincias de Albacete, Ciudad Real y Toledo pasarán el próximo lunes a la fase 1 de desescalada de la alerta sanitaria declarada por la pandemia de coronavirus, con lo que se unirán a las de Cuenca y Guadalajara, han informado a Efe fuentes del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Estas fuentes han avanzado que el Ministerio de Sanidad ha autorizado que estas tres provincias pasen también a la fase 1 de la desescalada, en la que a partir del lunes va a estar todo el territorio de la comunidad autónoma, como han estado esta semana las provincias de Cuenca y Guadalajara.
El Gobierno de Castilla-La Mancha había solicitado al Ministerio de Sanidad que toda la comunidad pasara a la fase 1, al considerar que la pandemia evolucionaba de forma favorable y todas las provincias cumplían los requisitos.
En una rueda de presa telemática, el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha indicado que "es el momento de exigir máxima responsabilidad, de pedir a todas las personas que vivimos en Castilla-La Mancha que tengamos mucho cuidado".
El titular de Sanidad, ha explicado que el pase a la fase 1 tiene que ver con la capacidad asistencial, de forma que Castilla-La Mancha ha presentado de nuevo los indicadores que ya cumplía la semana pasada, según el propio Ministerio, "y los hemos actualizado, hemos seguido cumpliéndolos", ha subrayado.
Ha recordado que estos indicadores son tener más de dos camas de UCI y más de 39 camas ordinarias por cada 10.000 habitantes, que constituyen unas exigencias muy altas que se cumplen en Castilla-La Mancha, donde hay 8.000 camas u más de 400 camas de UCI.
"También cumplimos el estocaje de equipos de protección individual (EPI)", ha apuntado Fernández Sanz, quien ha insistido en hacer un llamamiento a la prudencia, a que no haya "ningún triunfalismo" y a que "esto nos lleve a pensar que tenemos todo salvado", por lo que ha pedido "que no se ponga de nuevo a prueba al sistema, aunque haya demostrado que puede dar solución".
En este sentido, ha dicho que ha sido muy importante en estos días trabajar sobre el diagnóstico precoz, que se ha basado en la Atención Primaria en su aspecto colaborativo con Epidemiología, con los servicios de salud pública, por ello va a trabajar 427 enfermeras más en Atención Primaria para poder hacer ese rastreo para diagnosticar mucho antes a las personas sospechosas o a sus contactos.
"Llegaremos a donde haga falta en el rastreo, porque ese diagnóstico precoz nos hará enfermar menos y nos hará además poder diagnosticar y comunicar rápido, porque la tercera herramienta para pasar a la fase 1 es poder disponer de una comunicación rápida de los casos que, siendo sospechosos, se deben de declarar urgentemente", ha aseverado el consejero.
También en el ámbito de la capacidad diagnóstica, Fernández Sanz ha informado que Castilla-La Mancha dispondrá de un nuevo laboratorio para la realización de PCR, concretamente el Laboratorio de Sanidad Animal de Talavera de la Reina y ha recalcado que "gracias a este trabajo de ir a buscar casos, confirmaremos más y tendremos más casos, pero eso no es lo importante, lo esencial es saber cuanto antes si hay más personas afectadas por COVID-19".
Por otra parte, ha indicado que Castilla-La Mancha ha pedido que se extreme la vigilancia y control de los movimientos entre provincias y que así se lo trasladará al delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, Francisco Tierraseca, para que haya circulaciones entre provincias que no sean imprescindibles.
Castilla-La Mancha ha hecho esta petición por el dato "escalofriante" del número de recetas que se han expedido en marzo y abril en las farmacias de la región a personas que viven en otras comunidades autónomas.
Fernández Sanz ha explicado que en marzo del año pasado en Castilla-La Mancha se entregaron 30.000 recetas a ciudadanos que vivían en otras comunidades autónomas, de los que 15.000 eran de Madrid, mientras que en abril coincidiendo con la Semana Santa, se expidieron 65.000 recetas a residentes en otras comunidades, de las que 40.000 fueron para ciudadanos de Madrid, el 65 por ciento.
Sin embargo, en marzo de 2020 se entregaron 182.000 recetas a ciudadanos que viven en otras comunidade autónomas, de las 153.000 fueron a ciudadanos de Madrid (el 84 por ciento del total) y al mes siguiente, en abril, se entregaron 226.000 recetas a ciudadanos de otras comunidades autónomas, de las que 200.000 fueron para ciudadanos de Madrid.
"Por eso exigimos el control, para que no circulen personas para las que no sea absolutamente necesario", ha señalado Fernández Sanz, que ha reiterado que "entre todos debemos ser responsables".
Según Fernández Sanz, "ha sido muy duro para Castilla-La Mancha tener estas miles de personas afectadas y mucho más duro los fallecidos", por lo que ha considerado que "estar en fase 1 no tiene que ser permisible para ciertas cosas".