“Es de bien nacidos, ser agradecidos”, el refrán castellano que la abuela Dori ha practicado toda su vida, y ha enseñado a toda su familia.
A primeros de marzo, toda la familia trató de protegerla en su casa como un gran tesoro, sí, un tesoro de sabiduría y buen corazón, con una larga vida de vicisitudes que con sus 87 años pareciesen más bien 120.
De su gran familia, solo tres personas quedamos para atenderla (es dependiente por su artrosis) y a pesar de todos los cuidados el virus entró en su casa.
El día 7 de abril ingresó en el Hospital Virgen de la Luz, nos quedamos huérfanos y desolados, pero estaba en el lugar adecuado para poderla curar.
La familia recibió este mensaje: - A la guapa abuela Dori, hay que ayudarle con vuestra energía, fuerza y alegría; también quien rece una oración.
La abuela Dori estuvo en la habitación 508 durante nueve días.
GRACIAS
A los Drs. Eliseo y Luis que todos los días nos informaban de su estado, con voz templada nos pedían paciencia y confianza porque era un proceso grave, día a día se podía avanzar o retroceder.
A los celadores que consiguieron sentarla a pesar de su desorientación.
A las enfermeras y a todo el personal del hospital.
A Amparo, que nos ayudó con alguna imagen.
A los médicos a y amigos de nuestra familia (Jose Luis, Elisa, Isma) que con sus explicaciones y ayuda nos han acercado al comportamiento de este virus.
A los amigos y amigas de la familia, y a las nuevas amistades que han crecido durante esta pandemia.
A Marta, cuidadora de Dori, que ha estado con ella antes y después de su estancia en el hospital.
Hoy día 4 de abril está volviendo la vida a casa de la abuela Dori. Aún necesita ayuda, pero lo estamos haciendo toda la familia, como una piña, poco a poco, con llamadas, con videos, junto a Marta.
Seguro que llegará el día de los besos y abrazos, hasta ese día seguiremos...
APLAUDIENDO Y AGRADECIENDO, VUESTRA VOCACIÓN, ESFUERZO Y SACRIFICIO A TODOS LOS SANITARIOS.
TRABAJAD PROTEGIDOS, NO QUEREMOS NI UNO MENOS, OS NECESITAMOS.
Majemova
Si (
No(
