Tras la reunión mantenida entre el presidente de la Cámara de España, José Luis Bonet y los presidentes de las Cámaras Territoriales con el presidente del ICO (Instituto de Crédito Oficial), José Carlos García de Toledo, en la que también ha participado el Presidente de la Cámara de Cuenca, Félix Aceñero, las Cámaras de Comercio van a colaborar con el ICO para informar a las empresas sobre el funcionamiento de la Línea de Avales.
El presidente del ICO ha informado que las entidades financieras han registrado, a través de la Línea de Avales, más de 187.000 operaciones, por un importe avalado de 18.767 millones de euros que ha permitido la concesión de más de 24.450 millones de euros en financiación. Las Cámaras han incidido en que la salida de la crisis pasa por la empresa y es fundamental poder contar con todos los instrumentos y medidas que permitan su supervivencia y apoyen su recuperación, por lo cual la liquidez es uno de los instrumentos principales. Es importantísimo garantizar que la financiación llega a las empresas, agilizando su tramitación y flexibilizando las barreras que impiden la accesibilidad a esta financiación.
La Línea de Avales se articula a través de préstamos y otras modalidades de financiación y renovaciones para empresas y autónomos para atender a sus necesidades de liquidez y circulante para hacer frente al pago de salarios, gastos de proveedores, alquileres de locales, etc.
Las entidades financieras son las que deciden la concesión de la correspondiente financiación al cliente de acuerdo con sus procedimientos internos y políticas y riesgos. Las entidades financieras pueden validar el aval para las operaciones por importe inferior a 50 millones de euros en cuanto tienen todos sus procedimientos completados y han comprobado que sus clientes cumplen con las condiciones de elegibilidad y requisitos establecidos.
Las empresas y autónomos deben acreditar el cumplimiento de las condiciones establecidas en la ejecución de la Línea de Avales y destinar la financiación a la finalidad prevista.
El objetivo es garantizar la liquidez a las empresas para asegurar la viabilidad del tejido productivo y preservar al máximo el empleo en esta primera fase de la lucha contra las consecuencias económicas de la crisis debida al COVID-19. La supervivencia del mayor número de empresas es el objetivo principal.