Los servicios de Radiodiagnóstico de Castilla-La Mancha han realizado más de 68.000 pruebas de radiología de tórax para el diagnóstico y análisis evolutivo de pacientes con Covid-19
lunes 27 de abril de 2020, 09:30h
Los servicios de Radiodiagnóstico de los centros hospitalarios dependientes del SESCAM han realizado más de 68.000 pruebas de radiología de tórax, tanto en sala como mediante de equipos portátiles, desde el inicio de la emergencia sanitaria derivada del coronavirus, para el diagnóstico inicial y posterior análisis evolutivo de los pacientes afectados por el virus.
Los equipos de radiología portátil se han convertido en una de las piezas fundamentales para la valoración de los pacientes afectados por coronavirus ya que a través de la realización de placas de tórax es posible conocer su afectación pulmonar y tomar decisiones clínicas al respecto.
Es por ello que desde el inicio de esta crisis sanitaria, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha trabajado para reforzar la capacidad diagnóstica de sus centros hospitalarios con la dotación de nuevos equipos de radiología portátil.
Así, además de la revisión e incluso la reubicación de los treinta y tres equipos que estaban operativos al inicio de la pandemia, el Plan de Contingencia elaborado por el SESCAM ha implicado la puesta en funcionamiento de nueve nuevos equipos, bien a través de compras centralizadas o por las propias gerencias, donaciones y reparaciones de equipos que estaban fuera de uso.
Estos equipos portátiles se destinan a la realización de radiología de tórax de pacientes en urgencias, unidades de cuidados intensivos o plantas de hospitalización, es decir, permiten que los técnicos especialistas en radiodiagnóstico se desplacen allí donde está el paciente sin necesidad de que éstos tengan que ser movilizados, evitando así los posibles riesgos que ello puede suponer.
Estos aparatos no solo se utilizan en el diagnóstico inicial del paciente afectado por coronavirus, sino también para el análisis evolutivo de la afectación pulmonar de los pacientes o posibles complicaciones de la enfermedad, facilitando así la toma de decisiones de los clínicos.