Gonzalo Pelayo fue una persona conocida en Cuenca, como ya se ha señalado en otros artículos, por su labor a favor del cine y del deporte. Pero hay una entidad en la que también caló profundamente: la asociación para la lucha contra las enfermedades renales (ALCER Cuenca). Por ello desde aquí, tenemos la necesidad de reconocer su valía tanto personal como profesional.
En estos últimos años formo parte activa de nuestra junta directiva. Si tuviésemos que definirle con dos palabras estas serían alegría y servicio. Siempre amenizaba sus visitas a la asociación con sus chascarrillos y ocurrencias, y siempre que se le necesitaba ahí estaba, haciendo todo lo que estuviese en su mano para mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedad renal; ya fuera para ponerse manos a la obra en mesas informativas o torneos de fútbol, acompañándonos a dar una charla a su querido Tarancón o simplemente, para dar su apoyo personal a otros enfermos renales.
Así que solo nos queda decirle gracias por todo; gracias por ser y gracias por estar. Siempre ocupará un lugar en el corazón de todos los que formamos la familia de ALCER Cuenca.
ALCER Cuenca