Díaz Arnido anuncia la Semana Santa a través “de la mirada devota” del nazareno

“La mirada devota, desde el corazón de la ciudad. La mirada curiosa hacia el corazón de la ciudad”. Con esta frase definía el artista sevillano Antonio Díaz Arnido su Cartel para la Semana Santa de Cuenca de 2020, que se ha presentado esta tarde en el Salón de Actos de Liberbank de la Catedral conquense en un multitudinario acto que ha reunido a buena parte de la comunidad nazarena y a autoridades civiles, religiosas y militares, quienes han acompañado a la Comisión Ejecutiva y la Junta de Diputación de la Junta de Cofradías en el que es el pistoletazo de salida del año nazareno.

El Cartel, protagonizado por un capuz negro terminado en las Casas Colgadas y por un ojo de mirada azul que simboliza la mirada desde Cuenca y hacia Cuenca en su Semana de Pasión, aúna la pasión de los conquenses por su Semana Santa con la curiosidad que la celebración despierta fuera de Cuenca, en palabras de Díaz Arnido. El cartelista se mostraba en su intervención ante los nazarenos de Cuenca muy agradecido por el encargo una vez más, así como reconocía estar en un día muy importante para él.

Díaz Arnido explicaba también que tuvo claro desde el principio el enfoque que quería dar al Cartel de Cuenca: “Tratar la Semana Santa de Cuenca como una celebración litúrgica y cultural, de proyección nacional e internacional. Así, el objetivo era crear un reclamo icónico y de fácil lectura, para conquenses y para forasteros, pero con un carácter marcadamente espiritual y sobre todo religioso” aseveraba. El cartelista se ha servido para ello “como soporte gráfico de un elemento urbano de Cuenca claramente identificable por todos: las universales Casas Colgadas, en una visión tomada desde la Hoz del Huécar, desde la calle Canónigos, bajo el no menos conocido Puente San Pablo”. Díaz Arnido ha querido además homenajear en su obra al Museo de Arte Abstracto, ubicado precisamente en las Casas Colgadas. “Es mi reconocimiento personal a la ciudad, por abanderar de forma tan brillante el arte contemporáneo en España”.

En la obra “las Casas Colgadas se convierten en un imaginario capuz, de color negro neutro, sobre fondo blanco en la edición oficial, para albergar la mirada devocional de un bancero orante que mira y que reza a los Titulares de su Cofradía durante la procesión” detallaba Díaz Arnido. “Esta mirada devocional es, a su vez, la mirada curiosa del forastero que visita la ciudad durante su Semana Santa. Uno de esos forasteros que de un modo u otro se acercan a la Semana Santa de Cuenca es el propio autor del Cartel” reconocía Díaz Arnido. “Así me siento al menos. No en vano el ojo, con la pupila azul representando el cielo de la primavera, es físicamente mi propio ojo, pues considero esta obra algo muy personal, por tratarse de un paso importantísimo en lo artístico y en lo profesional para mí. Llega hasta tal punto mi implicación en lo personal, que el texto ‘Semana Santa Cuenca 2020’, es decir, el mensaje del Cartel, se plasma en él de forma manuscrita, de mi puño y letra”.

El Cartel cuenta con tantas versiones como colores de capuces hay en la Semana Santa de Cuenca, en una suerte original de personalización que busca que todos y cada uno de los nazarenos se sientan identificados con la obra y la vivan y compartan como propia, sintiéndose orgullosos de ella. La Semana Santa conquense ya tiene la imagen que la representará en su edición de 2020 y entre aplausos la recibían los nazarenos en su puesta de largo oficial.

“Conquenses: no os dejéis robar la Semana Santa”

Tras la emoción de conocer la imagen que representará a la Semana Santa de Cuenca este año, llegaba otro momento muy esperado por la comunidad nazarena: ese en el que el Pregonero se dirige a ella por primera vez desde su nombramiento. El periodista y sacerdote vallisoletano Antonio Pelayo viajaba desde Roma expresamente para participar en el acto de presentación del Cartel, algo que el presidente de la JdC agradecía especialmente en nombre de la institución, y sus palabras no defraudaban.

“Cuenca para mí es como la historia de una novia olvidada” arrancaba Pelayo tras agradecer la presencia a los nazarenos de Cuenca y saludar especialmente al obispo de la Diócesis, monseñor José María Yanguas. El Pregonero tenía palabras de recuerdo para su infancia y sus visitas a sus familiares conquenses, para aquellos años que forjaron su relación de cariño hacia Cuenca y su Semana Santa. Y continuaba exhortando a los conquense a cuidar de su cuidad porque “Cuenca es una ciudad única y eso debéis conservarlo como podáis. Con todas las fuerzas que Dios os dé, con todas las energías que podáis sacar de vuestro corazón, porque esta ciudad no puede perder su personalidad, no puede perder su identidad y, sobre todo, no puede perder a sus habitantes enamorados de ella” sentenciaba el Pregonero, y añadía: “Espero que lo seáis. Que estéis enamorados de vuestra ciudad y que luchéis para mantenerla siempre”.

Nuestro Pregonero reconocía haber hecho pregones en otras ciudades, también “en Valladolid, que se jacta de tener una Semana Santa no menos gloriosa o insigne que la vuestra”. Entre las dos ciudades, “hay dos puntos de coincidencia” que el pregonero quiso destacar en su discurso “y que subrayaré también el día del Pregón”. Antonio Pelayo recalcó en este sentido que “Valladolid es una Semana Santa con un despliegue escultural único en el mundo, pero eso tiene una importancia relativa. Lo importante en Valladolid y en Cuenca es el injerto entre la ciudad y la Semana Santa. Dejando aparte los intereses turístico, comercial, de promoción… esto no explica que la Semana Santa esté injertada en el corazón de la ciudad y de sus habitantes” afirmó Pelayo.

Para el Pregonero “la Semana Santa es crucial en la vida de cada cristiano. Y el que no lo sienta, el que no lo viva… está fuera del tiesto” aseguró. Para él “la Semana Santa no se puede vivir como la victoria o la derrota de Napoleón, ni como la independencia de los Estados Unidos. La Semana Santa es algo que nos implica personalmente a cada uno de nosotros. La podemos vivir con mayor o menos consciencia, pero un verdadero cristiano tiene que vivir la Semana Santa con raíz. Con profundidad”.

Parafraseándose a sí mismo en el Pregón de Valladolid, Pelayo hizo una petición clara a los nazarenos de Cuenca: “Conquenses, no os dejéis robar la Semana Santa”. Y añadió: “No dejéis que os la arrebaten, no dejéis que os la manipulen, no dejéis que la utilicen con fines espurios. Es vuestra. Solo vuestra. Y si no la defendéis vosotros, se caerá”. Pelayo aseveró estar “seguro de que lo vais a hacer. De que la vais a defender y a mantener pura. Íntegra. Evangélica. Espiritual. Y si mi minúsculo Pregón os puede ayudar, me daré por muy satisfecho y me volveré a Roma encantado. Y le diré al Papa: Su Santidad, si un día tiene un rato, pásese por Cuenca que la cosa merece la pena”. Las últimas palabras de Pelayo arrancaron una sincera y agradecida ovación.

Spot Oficial, Concierto de inicio de Cuaresma y difusión de la Semana Santa

El acto del Cartel fue además el escenario elegido por el presidente de la Junta de Cofradías de Cuenca, Jorge Sánchez Albendea, para anunciar que la formación musical que interpretará el Concierto de inicio de Cuaresma de la institución nazarena el próximo 29 de febrero será la Unidad de Música de la Dirección General de la Guardia Civil. Además, Sánchez Albendea anunció que, en su trabajo por continuar con la difusión de la Semana Santa de Cuenca fuera de la provincia y de la región, este año la Junta de Cofradías llevará la Semana de Pasión hasta dos ciudades, Huesca y Cartagena.

Además, y como viene siendo habitual en el último lustro, el acto se cerró con la presentación del spot promocional de la Semana Santa de Cuenca de 2020, creado este año por Alejandro Pacios. En Cuenca ha comenzado ya la cuenta atrás para la Semana que la ciudad lleva casi 300 días esperando.