En otro fin de semana lleno de solidaridad, Cuenca, gracias sobre todo a voluntarios y donantes ha sido “solidaria con todas las letras”. Como también lo han sido medios de comunicación, entidades sociales, superficies comerciales (y los indispensables trabajadores de las mismas). La provincia se ha unido un año más para ser uno de los lugares donde la Gran Recogida anual del Banco de Alimentos mejor acogida tiene. A pesar de estar afectada por la despoblación, la falta de trabajo, de oportunidades, los conquenses han demostrado ser una provincia solidaria y altruista.
El desinteresado trabajo de los voluntarios ha animado a una población que siempre ha respondido a esta campaña a conseguir que, durante los próximos meses, quizá los más duros del año, no falte un plato de comida en la mesa de las personas que sufren una de las lacras más absurdas que pueden existir en un país como España. Una lacra llamada “hambre”.
Independientemente de las cifras, aunque las primeras estimaciones son prometedoras, los organizadores consideran el fin de semana un éxito rotundo ya que, ni el mal tiempo ni el “fin de mes”, han conseguido que haya un sólo supermercado sin presencia de voluntarios o sin una inmensa solidaridad de los clientes.
Tanto el presidente, como el resto de la organización del Banco de Alimentos de Cuenca, insiste en que el mensaje a transmitir es el de enorme agradecimiento a todas aquellas personas que, en la medida de sus posibilidades, han aportado su granito de arena a esta causa.