Para celebrar debidamente los días de Halloween, el Cineclub Chaplin ofrece este jueves una película muy apropiada, Los muertos no mueren, dirigida por el siempre interesante Jim Jarmusch, que en esta ocasión se sale de sus esquemas habituales para realizar una internada en otro género poco usual en su obra, pero conviene aclarar en seguida que no es una película de terror convencional y que los zombies que circulan por la pantalla no tienen un aspecto especialmente repulsivo, incluso aportan en bastantes momentos un cierto sentido del humor que ayuda a superar los momentos dramáticos. Todo sucede en un pequeño pueblo americano, Centerville, donde empiezan a suceder cosas raras que, como es lógico, preocupan a sus habitantes, necesitados de reaccionar para superar la desconcertante situación.
Para llevar adelante su proyecto, Jarmusch ha contado con Bill Murray como protagonista, junto a un nutrido grupo de amigos personales que han querido colaborar en la broma, incluyendo a su propia mujer, Sarah Driver y el cantante Iggy Pop, dos de los zombies. A ello se unen también numerosos guiños que el director hace como homenaje a otros colegas, desde Murnau hasta Tim Burton, que también han jugado con la idea de los muertos vivientes. Los muertos no mueren tiene una duración de 103 minutos y se proyectará en versión original, con subtítulos en español, este jueves, día 31, a las 17, 19,30 y 22,00 horas, en la Sala Cinco de Multicines Odeón Cuenca.
Si (
No(
