Un total de 103 casos de acoso escolar fueron registrados durante el curso 2017/2018, de acuerdo a la Consejería de Educación de Castilla-La Mancha, los cuales forman parte de los 5.500 casos en toda España.
Sobre esta temática la organización Amnistía Internacional presentó un informe sobre España titulado “Hacer la vista…¡gorda!” donde mencionan que en nuestro país miles de estos casos permanecen ocultos, lo que se ha convertido en un fenómeno extendido que a menudo pasa desapercibido.
Adicionalmente, desde la Consejería de Educación y Bienestar Social reconocieron que los casos de violencia datan de años, y recientemente han registrado un incremento de casi 7 puntos porcentuales respecto de períodos anteriores en esta temática, de acuerdo a la Convivencia Escolar, resultando las etapas educativas de primaria y secundaria con más problemas de acoso, entre los que cuentan: empujones, golpes, amenazas, insultos, comentarios vejatorios, entre otros.
Ante ello, el Gobierno regional presentó herramientas para crear conciencia y así erradicar estos problemas, en el marco de la línea de trabajo contra el acoso y el ciberacoso, mediante la campaña #TúCuentas que han extendido en actividades deportivas como campamentos de veranos y charlas de acción preventivas en centros educativos.
Las denuncias de acoso escolar normalmente se denuncian de manera anónima, mientras los casos más graves de abuso sexual tienen mayor probabilidad de quedar en la impunidad, debido a la vergüenza que esto representa para las víctimas que en su mayoría son menores de edad. Para ello, la Fiscalía General plantea la alternativa de instalar cámaras de seguridad en las aulas de clases como una necesidad, porque les resulta dificultoso perseguir a los responsables.
Mientras que para la Consejera de Educación, Cultura, y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, la propuesta resulta “excesiva” y más bien aboga por políticas de prevención. Sin embargo, la Comunidad Valenciana ha marcado ventaja en el uso de estos dispositivos a través de su legislación en 2013, donde establece la video vigilancia en escuelas bajo previo acuerdo con el Consejo Escolar con el fin de aclarar o evitar situaciones de maltrato físico, verbal o psicológico.
Estos métodos que cada vez cobran más auge se les conoce como circuitos cerrados y solo son capturados a través de los dispositivos electrónicos como los sistemas de vigilancia CCTV y las cámaras IP. El sistema CCTV es una instalación de componentes directamente conectados que crean un circuito de imágenes que no puede ser sintonizado por otra persona que esté fuera del área. Por otra parte, las cámaras IP utilizan el formato de comprensión MPEG, lo cual les permite comprimir imágenes y transmitirlas por Internet. a través de un usuario y contraseña. Este sistema también ha sido extendido en centros madrileños, luego de presentar notificación a la Consejería de Educación mientras que en Castilla-La Mancha está por determinarse.
La Consejería pone a disposición los teléfonos 116 111, disponible las 24 horas y también el chat a través de la dirección www.anar.org, disponible de 16.00 a 0.00 horas para que el menor establezca conexión con algún profesional que le pueda ayudar si resultase víctima de acoso.
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